10 de febrero de 2017

EL SARDINERO oleaje (I)



3 de febrero














Desde hace días, estaban anunciando temporal con olas de 7-8 metros y en situación de alerta "naranja" e incluso llegar a "roja".

Cuando llegan estos días, hay que estar preparado con el equipo fotográfico.

Como siempre, acudo al lugar de la playa del Camello, sitio preferido para tener una buena perspectiva de las olas y al fondo  la Isla de Mouro.

El primer día, 3 de febrero, ni alerta naranja ni roja, olas de poca altura, aunque había buen día, con claridad y nitidez.

Nada más llegar, comprobé que se me habían adelantado otros aficionados, pero no importaba, había suficiente sitio para elegir y colocarte.

Termine con una serie de fotografías, más bien de recuerdo y esperar para el próximo día que prometía.

El segundo día, 4 de febrero, al llegar vi que no tendríamos olas, ni de 4-5 metros, con un día gris, que no invitaba a hacer fotos.

Este día, me quede sin hacer  ninguna foto, solamente estuve de conversación con unos aficionados a los que considero  profesionales, como son Ivan Vieito, José Ignacio Pérez López....., y con ellos siempre se puede aprender algo relacionado con la fotografía.

Al tercer día 5, con un tiempo invernal de lluvia, granizo, viento y pocas olas en las primeras horas de la mañana.

No me quedó otra solución que esperar  la bajada de la marea, que son los momentos en que la mar se enfurece.

Después sí pude conseguir algunas fotos, con fuerte oleaje, aunque las olas no eran de mucha altura.

Supongo que tendré más oportunidades en lo que queda de invierno y así podré disfrutar de las olas y conseguir fotos espectaculares.










4 de febrero de 2017

PARQUE DE LA NATURALEZA DE CABARCENO

















El 24 de Enero, me fui con mi amigo Felipe a visitar el Parque de Cabarceno por si se hubiera producido alguna novedad.

Y sí,  la encontramos. En el recinto de los Tigres, el único Tigre blanco que quedaba, parece ser, que ha sido atacado por uno de los Tigres de Bengala, ocasionándole una herida de la que esta curándose en el  "hospital".

Para no dejar el recinto sin la presencia de ningún animal, han decidido soltar uno de Bengala fuera (estos conviven cerrados dentro de las cristaleras).

Estos animales pertenecen a la familia de los felinos, con un pelaje rayado transversalmente de negro sobre fondo amarillento. Considerado el mayor felino y un verdadero rey de la selva.

El Parque tiene para la exhibición de los tigres, un recinto de 25.000 metros cuadrados, considerado como el mayor de Europa para estos animales.

De esta especie no es fácil contemplar grupos de más de dos o tres  conviviendo juntos y en armonía.
De los dos tigres blancos, que llegaron al Parque, macho y hembra, procedentes del Touroparc (Francia) y el zoo de Lisboa, queda ya solamente uno y esperemos se recupere.

El tigre blanco posee unas características genéticas muy singulares debido a que presentan unos genes recesivos que les hacen eliminar casi la totalidad de la coloración naranja de su pelo, aunque mantiene el negro o gris de las rayas características de los tigres y sus penetrantes ojos de color azul hielo.

Es una pena que en tan grande terreno, exista solamente un único animal, esperemos que las gestiones que vienen realizando, consigan una "camada" importante por ser un animal muy atractivo y respetado.

En la visita hemos dedicado buen tiempo, observando a los Guepardos, nuestros animales preferidos y como siempre poder fotografiar muy cerca.

Se trata de una camada de cinco hermanos machos. Un animal con serios problemas de viabilidad causados tanto por su endogamia y escasa variabilidad genética, como por el precario índice de supervivencia de los cachorros, ya que las camadas sufren muchas bajas debito a la presión que ejercen sobre ellos un gran número de depredadores.

Son los animales terrestres más veloces que pueblan la tierra, ya que son capaces de alcanzar hasta los 115 kilómetros hora, aunque no pueden mantenerla más de 500 metros.

De gran tamaño, entre 110 y 150 centímetros longitud, altura entre 74 - 90 centímetros y un peso  hasta de 60 kilos.

Tienen una estructura de cuerpo esbelto y muy musculado, especialmente el tercio posterior, lo que le confiere una potencia extraordinaria para alcanzar su máxima velocidad en apenas tres segundos. 

Su larga cola, que oscila entre los 55 y 80 centímetros, es lo que les confiere la estabilidad durante la carrera y poseen unos pulmones y corazón más grandes de lo que le corresponde a un animal de su tamaño. Su cuerpo está adaptado para correr y dar caza a los veloces y pequeñas gacelas, que son la base de su alimentación.

Además de recorrer todos los recintos, también, subimos a la telecabina para darnos un paseo y respirar aire puro desde arriba.

Volveremos pronto.










14 de enero de 2017

LA VIJANERA 2017 (I)



Los zarramacos
















El 8 de enero de 2017, se celebró la Vijanera en la localidad de Silió (Cantabria).


Este año en el que la mirada de expertos internacionales estaban puestas en la Vijanera, camino de su declaración como Patrimonio de la Humanidad y Bien de Interés Cultural, la ancestral mascarada de Silió (Molledo) se superó a sí misma, rompiendo récords, con más personajes y visitantes que nunca, mientras incorporaba a la jornada mujeres recreando la leyenda de los amoríos entre zarramacos y pandereteras.

Desde temprana y gélica hora miles de personas invadieron el pequeño pueblo para disfrutar de la primera mascarada de invierno en Europa y una de las fiestas cántabras de más repercusión en todo el mundo, como acreditaron las muchas personas llegadas de fuera de las fronteras regionales y nacionales para poder ver en directo una comitiva única en esta edición por su número y vistosidad.

La organización ya lo había previsto. Un largo fin de semana, con margen por medio tras las fiestas navideñas, y el buen tiempo auguraban una celebración multitudinaria y eso fue lo que pasó. A ratos incluso resultó agobiante por la cantidad de gente que atestaba las calles dejando poco margen a seguir la comitiva.

Pero prevenir antes que curar tuvo resultado en los más de diez terrenos habilitados para poder aparcar cómodamente. Aunque así la cola a ambos márgenes de la carretera desde la salida de Silió llegaba al pueblo de Molledo.

Nadie se fue decepcionado, porque pudieron contemplar en vivo una Vijanera con más participantes que nunca, cerca de 170, lo que permitió sacar más trajes, algunos renovados, la mayoría espectaculares, con especial mención a los que representaban la Naturaleza.

Una edición especial que dio mayor protagonismo al futuro, a los muchos niños que forman parte ya de la Asociación de Amigos de La Vijanera y que se entregaron en cuerpo y alma sábado y domingo a una fiesta que se sigue agarrando a su pasado ancestral para demostrar su inquebrantable tirón de futuro.

Especial también la edición porque se alargó durante todo el día, con vijaneros por el pueblo hasta la caída del sol a ritmo de cantos y pandereteras del valle, unidas este año a la celebración con intención de quedarse para siempre.

Entre los visitantes, habría que destacar una amplísima representación de los responsables de las mejores mascaradas ibéricas, devotos del santuario que escenifica cada enero una fiesta encumbrada a lo más alto en los últimos años gracias a personas como César Rodriguez, uno de los exponentes de la organización. Un eslabón más en la viaje apuesta por declarar esas celebraciones como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.

Tocaban las campanas a mediodía cuando gritos, cohetes y campanos anunciaron el desenfreno que supone la Vijanera. Salida, por una parte de las antiguas escuelas y, por otra, de lo alto de Santa Marina para confluir ambas comitivas muy cerca de la Iglesia románica, principio y fin de la fiesta.

Este año poco se podía hacer para seguir el desfile ante la cantidad de gente que llenaba las rutas que tomaban los vijaneros. En la raya, dos veces pidieron guerra para, a la tercera, declarar la paz con el recuerdo del encuentro antaño con otras comitivas.

Sorteando calles estrechas y gente cuerpo a cuerpo con los vijaneros, el grupo fue mostrando su particular singularidad: el amo, los traperos, la pepona, la madama o el mancebo, la gigante giralda, los danzarines, la preñá, la gorilona o las gilonas, además, por supuesto, del oso y los zarramacos.

De ahí regreso, paradas incluidas, a la campa donde se concentraron las miles de personas que fueron fieles a la cita.

Coplas, canciones y parto de un nuevo año hicieron regresar sobre los pasos a unos y otros, protagonistas e invitados, hacia la iglesia, monumento a la divina justicia que empujó a los guerreros del bien, los zarramacos, a acabar con el oso, símbolo del mal.

(del DM de fecha 9 enero 2017)


Otro año más, que acudo a esta fiesta de La Vijanera y  son muchos los que he asistido.

Mi preocupación era el tiempo, se anunciaban temperaturas bajísimas, pero al final no fue para tanto.

Llegue muy pronto, como aconsejaban para aparcar el vehículo lo más cerca posible, del centro del pueblo. Siempre lo hago en el mismo sitio.

Después me dirigí a tomar un cafetito bien caliente en el único restaurante abierto a esas horas.

Como vengo haciéndolo  otros años, subí al barrio de Santa Marina, donde los organizadores y participantes se preparan y visten para iniciar la comitiva.

Este año, no dejaban acercarse a las casas y todos los que estuvimos arriba, no nos quedó más solución que esperar y mientras tanto los organizadores y algunos familiares, tuvieron el detalle de ofrecernos pinchos calientes mientras esperábamos.

A las once, iniciaron  la bajada por el bosque los zarramacos  , donde  pude comprobar el gran gentío que ya estaba esperando, hasta llegar al lugar de la campa, donde realizan el rito del oso y puede verse  la panorámica del pueblo abajo.

Desde aquí, fui bajando entre la gente y sin escapatoria posible, te llevaban al ritmo que marcaban los zarramacos, hasta que me liberé casi al final del recorrido.

Hasta "la raya", lugar donde dramatizan el rito pidiendo "guerra" o paz", era imposible andar y siempre entre gente que iba y venía, demasiado para intentar hacer alguna foto.

Al regreso, igual, hasta que los zarramacos se desviaron hacia el puente y aquí, ya se pudieron hacer algunas fotos más, hasta que terminé de seguirles.

Ha sido un bonito día, de autentico maratón fotográfico.

Para conseguir fotos, hay que estar preparado y tener algo de conocimiento de la fiesta ¡esto es muy importante!

Este año, me he encontrado con un fotógrafo francés que había venido exclusivamente para hacer las fotos de la Vijanera, y también con un profesional, que nos aconsejó cómo debíamos de situarnos durante el recorrido para conseguir lo que él llamaba "una foto limpia".

Yo estaba de acuerdo con él, pero lo veía imposible conseguir lo que pretendía, solamente hay que estar atentos y bien preparado para correr por delante de la comitiva, con los zarramacos corriendo.
A pesar de todo, espero que mis fotos lleguen a gustar.

Estoy contento por haber sido uno de los visitantes y de presentar mi voto para que sea declarada la fiesta como Patrimonio de la Humanidad de Bien Cultural.