12 de mayo de 2017

PICO JISO en los Picos de Europa












Con esta publicación, quiero recordar y homenajear a tres grandes montañeros, Fernando, Daniel y Rubén, que han dejado sus vidas en los Picos de Europa, tras un trágico accidente.

El 26 de abril, se dió la noticia de la desapareción de los tres montañeros zamoranos, en el entorno del Espolón de El Jiso, en Picos de Europa.

Una unidad del Grupo de Rescate e Intervención de Montaña de la Guardia Civil (Greim), había localizado sin vida a los tres montañeros.

La localización de los tres cadáveres se produjo el día 24, a las 18,00 h. en la zona media de la pared vertical, en un paraje conocido como Los Costillares. Al parecer el accidente se produjo a 150 metros de la cima y cayeron otros tantos. Aunque todavía no se había confirmado ese extremo, la Guardia Civil piensa que el fallecimiento se pudo producir debido a un fallo en las cuerdas que utilizaban para realizar el ascenso a la cima de 2.173 m. de altitud.

A partir de ese momento, cuando el Greim logró alcanzar visualmente a los escaladores, comenzó el operativo para recuperar los cadáveres, pero les fue imposible debido a las condiciones meteorológicas y a la falta de luz por la llegada de la noche. Así que alrededor de las 19,00 horas tomaron la decisión de suspender las labores de rescate.

Fue precisamente la espesa niebla que había en el momento en que fueron localizados los tres montañeros les impidió que el helicóptero trasladado hasta el lugar, se acercara hasta el punto exacto en el que se encontraban.

De hecho, el aparato voló hasta un lugar muy próximo, el entorno de La Cueva del Espolón del Jiso, pero finalmente y para evitar riesgos decidieron movilizarlo en los prados de Aliva. Solo se podía acceder escalando, tal y como confirmaron los intervinientes.

A pesar de que era imposible por las dificultades del terreno portar a los fallecidos a pie hasta una zona segura, los seis agentes del Greim, continuaron el camino con la intención de llegar hasta el punto exacto en el que se encontraban los cuerpos de Fernando Casquero, Daniel Camarzana y Rubén González.

Si las condiciones meteorológicas lo permitiese -la zona se encontraba en alerta amarilla por riesgos de nevadas- los trabajos de rescate se reanudarían a primera hora del día 26.

Tenían conocimientos mucho más que de sobra para poder meterse en las vías que pretendían hacer. Más que suficientes, especialmente, Fernando que contaba con experiencia contrastada. Los otros dos jóvenes, también estaban capacitados.

El Espolón de El Jiso, es una de las paredes verticales más clásicas del Macizo Oriental de los Picos de Europa, presenta puntos concretos de gran dificultad, especialmente para personas que no han realizado antes la ascensión. Dada el conocimiento de la montaña de los tres fallecidos, consideran difícil que el suceso que acabó con la vida de los tres montañeros se debiera a una imprudencia.

Se supone que en un momento de la escalada, uno de los componentes del grupo cayera al vacio arrastrando a sus dos compañeros, sin que los anclajes del punto de reunión aguantarán el peso. Es decir, que se produjo lo que en el argot de la montaña se conoce como "efecto cremallera". Al fallar uno de los puntos de apoyo, el siguiente no fue capaz de aguantar anclado al verse sometido de forma imprevista a una gran fuerza y también se desprendió. Y así sucesivamente.


El día 27, el DM publicaba que el temporal había frustrado el rescate.

Nieve, viento y niebla se conjuraron en el día 26, una jornada más invernal de los últimos dos meses para ponérselo imposible al equipo que intentaba rescatar los cuerpos de los tres montañeros zamoranos.

Dos veces intentó el helicóptero aproximarse, sin éxito, al lugar donde fueron localizados los cadáveres desde el aire.

Por tierra, 24 miembros del Greim de la Guardia Civil subieron a pie hasta el lugar donde estaban los cuerpos y los prepararon para cuando sería posible el traslado

Los agentes de la Guardia Civil, tenían la idea clara, esperar a que apareciera un claro en el Espolón de El Jiso para llegar con las aeronaves y, a partir de ahí, trasladar los cadáveres hasta Santander. Porque con los doce hombres del Greim era impensable intentar bajarles a pie. Por eso se incorporaron otros doce más. En total 24 efectivos preparados para actuar en caso de que la nieve, la niebla y el viento no dieran tregua.

Ya había dos alternativas. La inicial de levantar el vuelo con el helicóptero y otra mucho más arriesgada de tirar cuerdas a través de los 1.100 metros que separan la zona de Los Costillares, donde están los tres deportistas fallecidos, hasta el punto de Aliva al que pueden llegar los todoterreno de la Guardia Civil.

El día 28, se dió la buena noticia de la recuperación de los tres cadáveres.

Ascendían juntos, fallecieron juntos y el día 27, fueron rescatados juntos. Poco antes de las nueve de la mañana, los efectivos del Grupo de Rescate e Intervención en Montaña (Greim) y especialistas de helicópteros de la Guardia Civil pusieron fin a las 72 horas de rescate.

El miércoles la intensa niebla, la nieve y el viento impidieron volar a las dos aeronaves. Descartada la opción de portear los cuerpos de los tres montañeros a pie, la vía aérea era la única posible.

Y así fue como finalmente, gracias a una "ventana" de buen tiempo que se abrió en las cimas del macizo Oriental, pudieron realizar la operación de rescate.

La zona donde se movieron era técnicamente muy complicada y por eso el helicóptero no podía tomar tierra allá arriba. Uno a uno, el socorrista del Greim se encargó de anclar los cuerpos al entramado de cuerdas instalado para la ocasión, y el helicóptero los portaba hasta la zona segura de los puertos de Aliva, donde los tres volvieron a estar juntos antes de bajar por última vez de la montaña.

La evacuación había sido muy rápida. A las ocho de la mañana ya estaban en marcha y en poco más de 40 minutos lo habían hecho.  Rápida, pero muy complicada, por la altura a la que se movía y también por la meteorología, sin que se diera cuenta, se iba metiendo la nube, les dejaba trabajar un momento y al siguiente no. La nube iba entrando y saliendo constantemente. No podrían meterse en ella porque estaban muy cerca de la pared de piedra y eso era un riesgo enorme.

De hecho, algo así fue lo que ocurrió. Por eso precisaban que había sido una de las operaciones más complicadas de cuantas habían realizado el Greim en los últimos tiempos.

Después de unas aproximaciones fallidas, llego la definitiva. El equipo intentó acercarse sin éxito por el camino más corto y después hizo otra intentona por la vertiente asturiana. Al final decidieron probar por la zona cántabra y ahí sí que llegaron a la zona donde ya esperaba el equipo de montañeros de la Guardia Civil que a las 6,00 horas había salido de Espinama -primero en todoterreno y después a pie- para volver a reunirse con los montañeros fallecidos

Pasadas las 9,10 horas, los cuerpos ya estaban en el helicóptero de Tama a la espera de la llegada de los vehículos fúnebres para emprender camino hacia Santander.

Ahora quedan, las labores de investigación que comenzarán en los próximos días. Aun así, con el reconocimiento visual que los expertos del Greim realizaron de la zona, ya tienen más que perfilada la hipótesis sobre lo que pudo suceder para que se produjera el falta accidente.

Estaban finalizando la escalada, en la última parte, la más sencilla técnicamente de la pared vertical del Espolón del Jiso, donde se encuentran los bloques más inestables. Lo más probable es que alguno de los bloques se desprendiera a su paso. Más que el anclaje -como se creía en un primer momento- lo que pudo fallar fue "la propia piedra en la que se había colocado la reunión" el punto de apoyo en los últimos 50 metros de cuerda que habían ascendido. El bloque se desligó y los tres se precipitaron junto a la roca.

La "mala calidad" de la caliza de esta zona escarpada con un suelo "muy descompuesto" fue lo que pudo causar la muerta a los alpinistas de 46, 21 y 19 años que contaban con gran experiencia.


"La montaña los llamó y la montaña se los llevó" palabras de uno de los padres fallecidos.