21 de febrero de 2014

MONTAÑA PALENTINA



 

 

 




Este martes 18, nos fuimos de excursión fotográfica o más bien viaje organizado para hacer fotos sin contratar a ningún profesional, solamente con nuestros conocimientos básicos, que son ya suficientes para conseguir buenas imágenes.
Nuestro grupo, Nacho (Director en ruta), Manolo y Felipe. Salimos de Santander en un día malísimo, con muchas nubes obscuras para llegar a Reinosa con las mismas características, nubosidad e incluso lluvia.
Durante el recorrido intercambiamos opiniones para concretar qué lugar tendríamos como destino.
Tras pasar Reinosa y camino a Aguilar, pudimos ver que la zona de la Montaña Palentina se encontraba despejada, con sol y que posiblemente seria el lugar adecuado para nuestros fines fotográficos.
A medida que nos acercábamos a Cervera de Pisuerga y en ruta a Fuentes Carrionas, veíamos buenas panorámicas de las Montañas Palentinas, con el Curavacas y el Espiquete despejados.
En carretera tuvimos que hacer una parada imprevista al ver en el pueblo de Matamorisca,  unas cigüeñas en sus nidos.
Estas fueron nuestras primeras fotos, pero con las dificultades que ofrecen estas aves, que no dejan acercarse y a lo más mínimo cogen vuelo.
 
 
 
Paramos en el parador de Cervera, que se encuentra cerrado. Aquí ya empezamos a divisar el impresionante Espiguete, por la cara Sur.
Otra parada fue en el pueblo de Triollo, cerca de el macizo del Curavacas, para hacer las fotos de esta cumbre que se encuentra bien cubierto de nieve, dando una imagen espectacular.
El Pico Curavacas, con su 2.520 m., se encuentra en el macizo de Fuentes Carrionas, considerado el más alto de la Montaña Palentina, en las estribaciones de la Cordillera Cantábrica y, es, junto con el Espiguete, su cima más característica.
 
Se encuentra situado junto a la localidad de Vidrieros, en el termino municipal de Triollo, dentro del Parques Natural de las Fuentes Carrionas y Fuente Cobre-Montaña Palentina.
Es un macizo compuesto por un conglomerado de materiales, una roca oscuras a la que se adhieren líquenes que le otorgan su característico color verdinegro.
Está compuesto por tres cumbres: la Este (la de mayor altitud), el Pico Medio y la Oeste. Su vertiente sur -la más sencilla para la ascensión- se prolonga desde el pueblo de Vidrieros, hasta el inicio del extenso Valle de Pineda, en la vertiente norte.
 
 
El río Carrión bordea la mole del Curavacas desde su nacimiento hasta Vidrieros, donde recibe las aguas del arroyo Valdenievas. Al pie de su cara Norte y de los picos que siguen el cordal de las mismas características geológicas hacia el Este (Curruquilla, Postil de Soña y Hoya Continua) se encuentran el Pozo Curavacas y los Pozos del Ves, lagunas de origen glacial que, junto con la laguna de Fuentes Carrionas, más al Noroeste, alimentan el curso inicial del Carrión; lagunas situadas en un entorno de gran belleza.
 
Dentro de la Montaña Palentina, los picos que presentan mayores dificultades y, por tanto, más atractivos para los montañeros son el Espiguete y el Curavacas. La cara nordeste de este último es una de las paredes más complicada de la Cordillera Cantábrica.
 Es una de las cumbres que figura en mi historial. Culminé cima en la fecha del 10 de septiembre del 2.011, junto con mis amigos Babi y Alejandro.
Seguimos ruta hasta llegar  unos kilómetros antes del pueblo de Cardaño de Abajo, donde nos obliga a parar y hacer unas cuantas fotos del Espiguete. Montaña que se encuentra también bien cubierta de nieve y con una vista tan espectacular como el Curavacas.
El Espiguete con sus 2.450 m. es uno los picos más bellos de la Montaña Palentina e incluso de la Cordillera Cantábrica.
Se trata de una enorme mole de piedra caliza de forma piramidal, visible desde gran distancia, al encontrarse aislado de cualquier otro pico. La cara sur es de suaves relieves y la norte de escabrosas paredes verticales. Durante gran parte del año se encuentra cubierto de nieve lo que le otorga un gran valor estético.
Esta majestuosa pared que parece emerger de las aguas del pantano de Camporredondo, tiene en su base el pueblecito de Cardaño de Abajo.
Sus límites están establecidos por accidentes morfo-estructurales; hacia el Norte, el frente de cabalgamiento que dirige las aguas del Arroyo Mazobres; al Este, el completo sinclionorio que hunde sus raíces en el arroyo de las Lomas; por el Oeste, se dibuja contra las vertientes metamórficas de los Caladillos y el Carrascal; y hacia el Sur, su margen lo coforman los prolongados lomos de pizarras y areniscas de la Formación Cervera. A pesar de su apariencia, el Espiguete es hueco en su interior, donde existen enormes cañones con ríos y lagos subterráneos, cimas de gran profundidad y cuevas que lo convierten en su auténtico tesoro para los espeleólogos.
El Espiguete tiene numerosas vías de ascensión por todas sus vertientes. La más habitual discurre por su cara sur, y se conoce como vía de la Pedrera. Su ascensión comienza en el pueblo de Cardaño de Abajo, a poco más de 1.300 m. a través del camino de la Binesa. Tras abandonar el camino, se atraviesa por terreno virgen de matorral bajo para ir acercándose hacia la cara sur. Por el centro del gran corredor sur, se consigue ganar altura por la pedrera para llegar a la arista cimera, desde la cual y hacia la izquierda se llega a la cumbre.
En verano esta vía es una pedrera larga y las pendientes más fuerte se alcanza al final antes de llegar a la arista. En invierno con la nieve se suele utilizar los crampones y piolet y más aún en la arista donde se suele formar placas de hielo con más facilidad.
Otra via seria por la arista, partiendo desde un parking que existe antes de llegar al pueblecito de Cardaño de Arriba. Al principio hay que ascender entre brezos y matorrales, hasta salir a la parte aérea ya rocosa, que se encuentra bien marcada mediante "hitos" y hacer algunas que otras trepadas, éstas, sin dificultad.
Por esta arista, nos damos cuenta de las impresionantes vistas y las caídas increíbles que existen, no dejando en ningún momento de estar en tensión, a pesar de la belleza del lugar.
Al final una cresta cómoda nos situará en la cima principal del macizo.
Otra cumbre importante que figura en mi lista. Fue el 11 de junio del 2.011, cuando llegué a la cima junto con mis amigos Babi, Alejandro y Chuchi Cuartas.
Terminada la sesión fotográfica, partimos hacia Aguilar de Campo para comer y elegimos el mismo restaurante de otras veces.
Por la tarde camino a Santander, lo hicimos por la carretera comarcal de Mataporquera hacia el valle de Valdolea, para pasar por Reinosilla, donde existen bastantes nidos de cigüeñas.


 
Ha sido un día espléndido, con bonitas panorámicas, en una ruta muy bonita.
Personalmente he vuelto a recordar mis visitas por estos lugares y divisar estas "míticas" montañas como son el Espiguete y el Curavacas.