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15 de noviembre de 2019

PARQUE DE COVALAGUA 7 de noviembre del 2019





Pico Espigüete


Pico Curavacas



















Por invitación de nuestro amigo Nacho, nos fuimos de ruta por tierras palentinas, por ciertos motivos:

La primera horas de la mañana en Santander, fue de bastante lluvia, no se podía esperar otra cosa, que irnos lo más lejos posible de Cantabria, es decir, a Palencia y concretamente al Parque de Covalagua.

Nuestro objetivo, era contactar con el paisaje otoñal, que esperábamos que estuviese en su máximo esplendor, con los colores amarillos y ocres.

Como ha sido un otoño irregular, con viento y lluvia, podía esperar que no tuviésemos suerte y nos encontrásemos con las hojas caídas y los arboles ya "caducifolios"

Nada más llegar al Parque y en el mismo aparcamiento, nos encontramos con unas vistas fantásticas a lo lejos, del Pico Espiguete y del Curavacas, de la Montaña Palentina.

Son muchos los kilómetros de distancia, pero no por eso, conseguimos fotos de estas míticas montañas.

En el interior del parque y andando, pudimos contemplar arboles con hojas amarillas que son señas de identidad de otoñal y hojas con tonos ocre, que era lo que buscábamos para nuestras fotos.

Al final de la ruta y ya en la cascada de Covalagua (Monumento Natural) , nos encontramos con la desilusión de verla sin agua y nos perdimos un bonito espectáculo y unas cuantas fotos.

Terminamos pronto y al regreso al vehículo, volvimos a fotografiar el paisaje de las Montañas Palentinas.

Al estar cerca de este lugar, nos acercamos al Mirador del Valcabado, otro espectáculo, con unas vistas impresionantes del Valle de Valderredible, desde el mirador.

Quedaba ya comer y también cerca, teníamos el Restaurante Tiziano, ya conocido y que sabemos que se come que muy bien. Y así fue.

Los bosques del Valle de Covalagua son masas mixtas de rebollo y quejigo. Presentan normalmente estructura adehesada, consecuencia de antiguos usos y aprovechamientos del bosque.

En los enclaves más húmedos aparecen hayas, y también encontramos algunos tejos. Otros árboles y arbustos presentes en los bosques son el serbal, el majuelo, endrino, brezos, retamas, genistas, zarzas...

Estos bosques están habitados por una variada fauna, entre la que destaca la presencia del ciervo, el lobo, el zorro y el jabalí como grandes mamíferos. Entre los pequeños mamíferos, encontramos la marta, el gato montés, la gineta, la garduña, conejo, liebre... Además existe una variada avifauna forestal entre la que destacan las rapaces, como el águila real, águila calzada, azor, gavilán, halcón peregrino, cernícalo común, aguilucho pálido, aguilucho cenizo, ratonero, búho real, búho chico, cárabo...

La Cascada de Covalagua que da origen al pequeño rio Covalagua (también conocido como Ivia), es una surgencia de la que brotan las aguas del interior del Páramo de la Lora.

Estas aguas se filtran desde la superficie a través del sistema de galerías y oquedades que se han ido formando en el interior del páramo calizo (lo que se conoce como "Karsi"), hasta llegar al nivel más bajo. Finalmente van a dar a esta oquedad y salen al exterior en forma de pequeñas cascadas.
El agua que brota del interior arrastra carbonato cálcico disuelto. Cuando sale al exterior la caliza se precipita y se mezcla con material vegetal, formando una roca especial, llamada "toba calcárea". El rio, al caer, ha ido depositando esta "toba" en forma de terrazas que el musgo cubre por completo, configurando un espectacular paisaje.















22 de noviembre de 2013

COVALAGUA





 

 
 
    

  
 



Preparabamos otra excursión para seguir con el "otoño", pero mal se nos presentaba cuando en estas fechas anunciaban temporal de nieve.
Este 20 de noviembre, partimos de Santander, en un día infernal, con mucha lluvia y viento y anunciándose  nieve entre la cota de 600 a 400 metros.
 
Por "imposición" de Felipe, no quedaba más que subirnos al vehículo y llegar al sitio que decidiría el amigo Nacho.
 
Tras pasar la comarca de Reinosa, ya veíamos un cielo despejado, que nos aseguraría el día y conseguir nuestro objetivo de hacer fotos.
 
Otra nueva "orden" de Felipe, de volver a visitar  nuevamente el bosque de Covalagua y aventurarnos que paisaje nos encontraríamos en este bonito lugar.
 
¡Que sorpresa! Una autentica maravilla de paisaje, todo nevado, la nieve recientemente caída unas horas antes de llegar nosotros. Impresionante.
 
Ha sido fantástico, vernos en este lugar tan precioso, cuyo paisaje nos ha sorprendido a cada paso que hemos recorrido. De autentica postal navideña.
 
Como lo hemos disfrutado, durante este tiempo caminando e introduciéndonos por el bosque totalmente cubierto de nieve y dejandose ver algunas que otras hojas de los arboles, con color rojizo.
 
Hemos llegado hasta la cascada, ahora con agua, que diferente a la visita anterior de días pasados.
 
Estando en el bosque, hemos observado que cerca se encontraba algún animal, más concretamente un corzo, por las pisadas recientes de haber pasado por el camino antes que nosotros.
 
Cuando retornamos al vehículo, ya en el aparcamiento divisamos las Montañas Palentinas, con el Espiguete al fondo y destacado. No así el Curavacas, al estar cubierto por las nubes.
 
Dejamos con tristeza el paseo por el bosque, para irnos a visitar el mirador de Valcabado. En el mirador con un frío espeluznante hemos podido divisar unas panorámicas espectaculares. Aquí, contemplamos en vertical al fondo el bosque cuyos colores han aumentado con el blanco de la nieve y  manteniendo aún los verdes, amarillos y rojizos.
 
También podemos destacar el páramo de La Lora, cubierto todo de nieve y al fondo a lo lejos, todavía divisamos las montañas palentinas.
 
Rápidamente y quedando poco tiempo, nos acercamos de nuevo a Aguilar de Campoo, directamente al restaurante Los Olmos, donde estuvimos la anterior vez. Volvimos a solicitar esas alubias blancas que le gustan a Felipe y quien tuvo la suerte de poder modificar el "menú" y salirse con la suya, unos huevos fritos con chorizo y patatas fritas.
 
Tras el éxito de elegir este restaurante, aprovechamos para recomendar a quienes se encuentren por esta comarca se acerquen a este establecimiento, que quedaran satisfechos.
 
 
 
Por la tarde, seguimos en ruta turística, para ir viendo otros lugares, buscando alguna que otra foto.
Paramos para hacer una foto postal de un paisaje con el fondo de la Peña Siete Cruces y reflejado en unas pozas de agua existentes en una pradería.
 
Otra parada, es el puente y calzada romana que se encuentra cerca del pueblecito de Casasola en dirección de Reinosilla.
 
Desde aquí, recorremos pocos kilómetros, para llegar al menhir de Llanera. En estos lugares de Valdeolea, son muy frecuentes, hasta el punto de que hay más de una docena.
 
Los monumentos megalíticos están formados por grandes bloques de piedra, a menudo formando estructuras, que fueron realizadas durante el Neolítico y el Calcolítico en la Europa atlántica. Los menhires son los monumentos megalíticos más sencillos (se trata de una gran piedra hincada en la tierra)
 
Existe una ruta muy interesante que parte desde Mataporquera y que va recorriendo los menhires mejor conservados de este municipio. Algunos de ellos son impresionantes, ya que llegan a medir hasta 5 metros y a pesar más de 5 toneladas
 
La mayoría son de arenisca, lo que nos indica que fueron trasladados desde algún lugar hasta su situación actual, ya que las canteras de arenisca más cercanas distan bastantes kilómetros.
 
Algunos de los menhires presentan grabadas unas pequeñas cruces u otros símbolos que parecen tener una temática solar. La mayoría de ellos fueron recolocados en el siglo pasado, ya que muchos se habían caído de su lugar original y estaban en el suelo, aunque en la mayoría de los casos ha aparecido el agujero donde estaban hincados. De todas formas hay algunos que parece que se movieron de su lugar original en épocas recientes y no se ha podido conocer su ubicación original, como es el caso del menhir de la siguiente foto, que fue reutilizado como puente.
 
Este tipo de monumentos megalíticos se ha relacionado tradicionalmente con cultos funerarios, aunque hay diversas teorías. Lo que sí está claro es que este tipo de monumentos tenía una gran importancia para los hombres de la época, ya que el esfuerzo que requería su transporte y colocación era bastante grande.
 
Y después de este breve paso por la Prehistoria, nos acercamos ahora a la época romana.
 
Muchos vestigios son los que esta época nos ha dejado en Valdeolea y quizás los más numerosos son los puentes.
 
De todas formas, es cierto que no se sabe con seguridad si estos puentes son romanos o no, ya que lo más probable es que sean de épocas bastante posteriores, aunque parece bastante evidente que muchos de esos puentes se realizaron aprovechando las estructuras y los bloques de piedra romanos que había en la zona y, seguramente, seguirían su mismo trazado.
 
Nosotros terminamos de localizar el puente y calzada romana que se encuentra cerca de Casasola en dirección a Reinosilla. Desde este punto observamos su gran envergadura, con cinco arcos de medio punto.

En el puente la llegada del agua presenta un gran tajamar y en la otra cara un contrafuerte. Totalmente de sillería bien tallada que aún conserva mortero en las juntas. Junto a él hay restos de un molino y tramos de calzada. Al principio de la Edad Media era el paso del Camino Real hacia Matamorosa.
 
De vuelta a Santander, nos enfrentamos de nuevo al tiempo, lluvia y frío.
 
Personalmente he disfrutado con esta excursión, lo mismo que mis compañeros (Nacho, Felipe y Manolo). Ha sido un bonito día y especialmente pisar la nieve del bosque.
 
Que decir, si he llegado a superar el numero de fotos que hasta la fecha tenia disparado en un mismo reportaje.
 
 

17 de noviembre de 2013

COVALAGUA



 

 

 

 






 



 


Nuevamente salimos de ruta fotográfica este 13 de noviembre, para buscar cualquier paisaje o detalle que nos de este otoño.
Ahora ya solamente somos cuatro, Nacho, Felipe, Manolo y yo, con la intención de llegar a un lugar con sol, dado que en Santander y Campoo  estaba lloviendo.
En carretera, ya veíamos claros por la zona de Aguilar y allí decidimos acercarnos, con la primera visita al pantano y sus alrededores.
En un año de setas, no era extraño de localizarlas, vimos muchísimas de distintas especies e incluso diferentes a las de Valderredible.
En carretera, observábamos algunos árboles con color, pero no lo suficiente para darnos cuenta que no era el día acertado.
Directamente nos fuimos a comer a Aguilar de Campoo, al restaurante Los Olmos, por elección de Nacho, para degustar una vez más, unas alubias blancas (Felipe, todavía no ha terminado con las que compro en Ruerrero) y si acertamos, con el menú,  en un sitio de "camioneros".
Ya por la tarde, nos fuimos a ver las cuevas de los Franceses, con la desilusión de encontrarse cerradas y después acercarnos al mirador del Valle del Ebro, que tampoco podíamos ver mucho, estaba totalmente cubierto de niebla.
Pero quedaba lo mejor, nos acercamos al bosque de Covalagua, sitio privilegiado y precioso. Nos quedamos sorprendidos al encontrarnos  con un bonito bosque con los colores de otoño, amarillos, rojizos, hojas caídas, árboles singulares. Un sitio espectacular y que tenemos que señalar en nuestras agendas para próximas visitas.
La excursión la hemos realizado en la provincia de Palencia, aunque el día no fue bueno, si nos ha servido de experiencia, pues nos hemos dado cuenta que tenemos una ruta para recomendar, que consiste en visitar los pueblos de Pomar y Revilla, acercarse a la Cueva de los Franceses y visitar el bosque de Covalagua. También se puede ampliarla con la visita a algunas iglesias románicas que se encuentran por estos lugares.
El espacio natural de Covalagua es uno de los parajes más bellos y emblemáticos de la comarca palentina, habiéndose solicitado ser declarado Monumento Natural por la Junta de Castilla y León.
Se encuentra situado en el término municipal de Pomar de Valdivia, con tres núcleos de población: Pomar de Valdivia, Respenda de Aguilar y Revilla de Pomar, en la provincia de Palencia, comunidad autónoma de Castilla y León.
Covalagua es una cueva donde nace el Río Ivia, donde el agua circula lentamente sobre la toba que ha ido depositando el río, en forma de peldaños semicirculares, creando pequeñas cascadas entre uno y otro peldaño, hasta a la balsa reguladora, rodeado de una reserva de corzos. Espectacular
Este entorno constituye una paisaje de típico relieve mesozoico, caracterizado por elevaciones de paredes verticales, coronadas por una meseta más o menos llana, aisladas en una vasta región donde predomina la horizontalidad. Una maravilla.
Es un singular sitio que se mezclan especies arbóreas de carácter atlántico y mediterráneo. Predominan las hayas , acompañadas por quejigos, una especie muy común. Interesante.
Numerosas son las especies que crecen en este bosque. Tejos, acebos, rosales silvestres, encinas, majuelos, endrinos, robles melojos y avellanos, tienen una presencia puntual entre el hayedo-quejigar. Alrededor del entorno de Covalagua se localizan pequeños rodales de pinares, constituidos por el pino silvestre, el pino insigne y el pino laricio.
Pequeñas plantas como la aguileña, el torvisco macho y el poligonato, surgen entre el bosque y junto a los arroyos. Tapizando el suelo aparecen, ampliamente distribuidos, matorrales de pinchuda aulaga y brezos.
La situación biogeográfica de Covalagua, en una zona de influencias mediterránea y eurosiberiana, condiciona la presencia de una variada gama de especies faunísticas.
Entre los mamíferos se destacan el ciervo, el jabalí, el zorro y el lobo, otros de menor tamaño que también conviven, es el gato montés, la marta, la garduña, la comadreja, la gineta, el concejo y la liebre.
En esta la zona de La Lora, es especialmente rica desde el punto de vista ornitológico. Especies de tendencias rupícolas como el águila real, el buitre leonado, el búho real, el alimoche, el vencejo real, la chova piquirroja, el halcón peregrino o el cuervo, anidan en los cantiles y paredes rocosas de este espacio.
En la carretera en dirección a Burgos, existe la valiosa cueva de Los Franceses, de formación kárstica. Para su visita se recomienda informarse del día y las horas.
Tras la visita de las cueva, hay que dirigirse hacia el Este por una pista que termina en un balcón o mirador al valle del Ebro con un impresionante tajo en la montaña de más de 1000 m., que desemboca en bosques de hayas seguido de praderas con pueblecitos, entre los que destaca Villanueva de la Nía, junto el Ebro. Procurar visitar este mirador en un día despejado.
En el valle que se contempla desde el mirador, existen pueblos  con iglesias rupestres y románicas, como son la de San Martín de Vadelomar, Castrillo de Valdelomar, Cezura, Villanueva de la Nia....
Para acercarnos a estos lugares, debemos acercarnos a Revilla de Pomar, que corresponde a una pedanía del municipio de Pomar de Valdivia, ya en el norte de la provincia de Palencia, con una paisaje de transición entre la montaña y la meseta. En esta zona la orografía y el clima son más suaves que en el resto de la montaña palentina.
El pueblo está situado junto al rio Ivia, a 1.045 m. de altitud y está rodeado por bellos paisajes y muchos atractivos turísticos, como el Páramo de la Lora, la Cueva de los Franceses, el parque natural de Covalagua, la pétrea monumentalidad de Las Tuerces, el cañón de La Horadada por el que discurre el río Pisuerga, el menhir megalítico de Canto Hito, el Mirador de Valcabado y el antiguo y restaurado Pozo de los Lobos.
Este pueblecito está situado estratégicamente para hacer rutas turísticas, culturales y otras actividades como senderismo.
Pero lo importante, es que permite cómodas visitas a ermitas rupestres y a la joyas del románico que la provincia de Palencia atesora, una de las mayores riqueza del mundo en este patrimonio artístico.
Otro pueblo, Pomar de Valdivia, muy cerca y con una situación privilegiada para recorrer maravillosos parajes y una relación de pueblecitos como son Báscones de Valdivia, Camesa, Cezura, Helecha, Lastrilla, Pomar, Porquera de los Infantes, Quintanilla de las Torres, Rebolledo de la Inera, Respenda de Aguilar, Revilla de Pomar, Villaescusa de las Torres, Villallano y Villarén.
Este pueblo que es Ayuntamiento, posee belleza, tranquilidad y buena gente. Además de aquí procede Nacho.
Personalmente he conocido una ruta que me ha encantado, páramos, bosques, arboles, setas, pueblecitos...., todo gracias a nuestro amigo Nacho, quien mejor que él para guiarnos por unas tierras que él conoce perfectamente.