9 de abril de 2016

MONTAÑA PALENTINA















El día 4 de abril, fuimos hacia la Montaña Palentina, para ver si podíamos divisar alguna montaña despejada de nubes.

Un cielo oscuro amenaza mal tiempo y mejor ir a un lugar donde nos acompañase el sol.

Sería en la Montaña Palentina, concretamente la ruta de los embalses de Fuente Carrionas y llegar al pueblecito de Cardaño de Abajo. Lugar este conocido por anteriores visitas.

Cuanto ibamos acercándonos, pudimos contemplar el mítico Pico El Espigüete y qué mejor que llegar hasta este impresionante macizo.

Al pasar por Vidrieros, vimos que el macizo de Curavacas, estaba cubierto con nubes y  no  se dejaba ver.

El día era para tener un único objetivo, el Pico Espigüete y sobre él dedicamos todas las fotografías que  realizamos en ese día.

Este Pico no puede pasar inadvertido, es un mítico de estas altas montañas palentinas y que tanta gente desea culminar su cumbre.

Todas mis fotos han tenido como fondo El Espigüete.

Por primera vez mis amigos me han indicado que el macizo refleja la silueta de un perro, una curiosidad que desconocía y que efectivamente no deja de ser noticia.








El Pico Espigüete, de 2.450 m., es una de las mayores elevaciones de la Montaña Palentina, en las estribaciones de la Cordillera Cantábrica (Macizo de Fuentes Carrionas) y, a pesar de no ser la de mayor altitud, es su cima más característica.

Esta situado junto a la localidad de Cardaño de Abajo, en el término municipal de Velilla del Río Carrión, dentro del Parque Natural de las Fuentes Carrionas y Fuente Cobre-Montaña Palentina.

Se trata de una enorme mole de piedra caliza de forma piramidal visible desde gran distancia, debido a su aislamiento de cualquier otro pico. La cara sur es de suaves relieves y la norte de escabrosas paredes verticales, y debido a su composición, tiene grandes variaciones en su apariencia dependiendo de la estación del año y de la iluminación, estando cubierto de nieve buena parte de la estación invernal, lo que le otorga un gran valor estético.

Su majestuosa pirámide parece emerger de las aguas del pantano de Camporredondo, teniendo en la base los pequeños pueblos de Cardaño de Abajo, en la vertiente palentina y Valverde de la Sierra, en la vertiente leonesa.

El geólogo y naturalista Casiano de Prado, consta como el primero en ascenderlo, en 1854, y también lo hizo Aymar de Saint-Saud en 1892, en una de sus visitas a Picos de Europa.

Las incidencias y rescate de montañeros son constantes a lo largo del invierno, ya que el ascenso por su vertiente noroeste constituye todo un desafío para los aficionados a la escalada.

La cara norte, y en concreto el espolón norte, se ha convertido en el particular punto negro de la Cordillera Cantábrica.

Se recomienda en invierno, no ascender su vertiente norte. No es que sea el pico más difícil , pero su accesibilidad propicia que casi todos los años existe alguna desgracia.

Otra cosa es la cara sur, menos peligrosa y al alcance de montañeros preparados y con conocimiento de alta montaña.


Yo tuve la suerte de poder llegar a la cumbre, por la arista, en la fecha del 11 de junio del 2011.




En la cumbre del Espigüete, 11 de junio del 2011, junto con mis amigos, Alejandro Cobo, Babi y Chuchi Cuartas.