6 de noviembre de 2015

NAO VICTORIA













Estos días de noviembre, hemos tenido la visita de La Nao Victoria, réplica de la embarcación que realizó la primera vuelta al mundo entre 1519 y 1522.

Primeramente atracó en el Barrio Pesquero, para trasladarse posteriormente al muelle Calderón.

La nave ha llegado a Santander, por iniciativa de la Fundación Nao Victoria en la que se han implicado el Ayuntamiento de Santander, la Autoridad Portuaria y el Gobierno Regional, quienes han colaborado para traer la embarcación a la ciudad en respuesta a una solicitud del Rotary Club y la Real Liga Naval.

Ha llegado a nuestra ciudad, tras recorrer varios puertos de Alemania, Francia, Holanda y Eslovaquia.

En las visitas programadas se les han venido explicado las maniobras y las condiciones de vida en la nave hacía 500 años, la nao original realizó "la mayor hazaña marítima de todos los tiempos", al completar la primera vuelta al mundo.

Se ha vuelto a recordar el protagonismo de Cantabria en aquella hazaña, porque se consiguió con un barco de origen cántabro, con el diseño más innovador y eficiente de su tiempo y con varios marinos de la región en su tripulación.

Entre esos marineros se encontraba,  Juan de Santander, natural de Cueto, junto a otros cántabros como Pedro de Laredo o Gutiérrez de Villasevil.

La Nao Victoria, con 25 plazas y más de 120 m2 de superficie, está preparada para realizar viajes y travesías en grupo haciendo que los participantes vivan una experiencia inolvidable a bordo de una embarcación que les hará revivir la historia.

Esta réplica, como su homónima, cuenta ya con cientos de miles de millas navegadas por mares y países de todo el mundo. Realizó durante los años 2004/2006, su particular vuelta al mundo navegando con una tripulación de 20 personas más 26.000 millas, visitando en su periplo 17 países, siendo el primer barco de estas características en realizar una travesía semejante.

El subir al barco se experimenta cómo fue la exploración del mundo hace quinientos años. La Nao es la réplica exacta del primer barco que, comandado por Fernando de Magallanes, circunnavegó con éxito el mundo en el siglo XVI.

Esta emblemática nave, tiene 26 metros de eslora y 7 de manga y todo visitante podrá conocer las formas y detalles del barco que realizó la mayor hazaña marítima.

El nombre viene del desaparecido convento Mínimo de Santa María de la Victoria del barrio de Triana (Sevilla), donde Magallanes juró servir al rey Carlos I.

La tradición cuenta que la nao Victoria se construyó en los astilleros de Zarauz (País Vasco), de los que no queda ni rastro. La Victoria fue el único barco de los cinco que volvió a España en dicha vuelta al mundo. De los 234 marineros que empezaron el viaje, sólo 18 lo acabaron. El mismo Magallanes murió luchando en las Filipinas.

Los otros cuatro barcos fueron, la Trinidad (110 toneladas, 55 marineros, barco de Magallanes), la San Antonio (120 toneladas, 60 marineros), la Concepción (90 toneladas, 45 marineros) y la Santiago (75 toneladas, 32 marineros).

El 6 de septiembre de 1522, la Victoria llegó a Sanlúcar de Barrameda, mandada por Juan Sebastián Elcano, y con 17 supervivientes más, convirtiéndose en el primer barco en circunnavegar la Tierra.

Posteriormente, la nave desapareció en altamar en un viaje de regreso a España, desde Santo Domingo.

Con motivo de la Expo 1992 de Sevilla, se construyó una réplica, que volcó durante su botadura el 22 de noviembre de 1991 en Isla Cristina (Huelva), teniendo que salir a nado del navío la actriz que daba vida a Curro, debido a que apenas había 80 cm. de agua, al estar baja la marea.

Tras las pertinentes reparaciones, junto a las réplicas de las dos carabelas de Colón, permaneció atracada en el Puerto de Triana, durante la citada exposición. Tras la misma, las carabelas fueron destinadas al muelle de las carabelas en Palos de la Frontera, mientras que la Victoria, permaneció en tierra frente al Pabellón de la Navegación. En el 2004 se rehabilitó la nave para volver a dar la vuelta al mundo pasando por Pekín con motivo de la Expo 2005. La Nao Victoria regresó a Sanlúcar de Barrameda en el 2006 terminando su viaje con éxito, tras lo cual volvió a Sevilla.

En esta visita a Santander, he podido comprobar que en estos días de fuerte viento sur, han tenido un cierto respeto a la Bahía, suspendiendo en dos ocasiones el traslado de la embarcación de un muelle a otro, cuando están acostumbrados a navegar haciendo grandes recorridos  en alta mar.

También, todo está previsto, para recaudar dinero en las visitas programadas.


Pero lo más importante, hubiera sido poder contemplar  la embarcación, navegando por la bahía con las velas desplegadas, pero no fué posible.