14 de enero de 2017

LA VIJANERA 2017 (I)



Los zarramacos
















El 8 de enero de 2017, se celebró la Vijanera en la localidad de Silió (Cantabria).


Este año en el que la mirada de expertos internacionales estaban puestas en la Vijanera, camino de su declaración como Patrimonio de la Humanidad y Bien de Interés Cultural, la ancestral mascarada de Silió (Molledo) se superó a sí misma, rompiendo récords, con más personajes y visitantes que nunca, mientras incorporaba a la jornada mujeres recreando la leyenda de los amoríos entre zarramacos y pandereteras.

Desde temprana y gélica hora miles de personas invadieron el pequeño pueblo para disfrutar de la primera mascarada de invierno en Europa y una de las fiestas cántabras de más repercusión en todo el mundo, como acreditaron las muchas personas llegadas de fuera de las fronteras regionales y nacionales para poder ver en directo una comitiva única en esta edición por su número y vistosidad.

La organización ya lo había previsto. Un largo fin de semana, con margen por medio tras las fiestas navideñas, y el buen tiempo auguraban una celebración multitudinaria y eso fue lo que pasó. A ratos incluso resultó agobiante por la cantidad de gente que atestaba las calles dejando poco margen a seguir la comitiva.

Pero prevenir antes que curar tuvo resultado en los más de diez terrenos habilitados para poder aparcar cómodamente. Aunque así la cola a ambos márgenes de la carretera desde la salida de Silió llegaba al pueblo de Molledo.

Nadie se fue decepcionado, porque pudieron contemplar en vivo una Vijanera con más participantes que nunca, cerca de 170, lo que permitió sacar más trajes, algunos renovados, la mayoría espectaculares, con especial mención a los que representaban la Naturaleza.

Una edición especial que dio mayor protagonismo al futuro, a los muchos niños que forman parte ya de la Asociación de Amigos de La Vijanera y que se entregaron en cuerpo y alma sábado y domingo a una fiesta que se sigue agarrando a su pasado ancestral para demostrar su inquebrantable tirón de futuro.

Especial también la edición porque se alargó durante todo el día, con vijaneros por el pueblo hasta la caída del sol a ritmo de cantos y pandereteras del valle, unidas este año a la celebración con intención de quedarse para siempre.

Entre los visitantes, habría que destacar una amplísima representación de los responsables de las mejores mascaradas ibéricas, devotos del santuario que escenifica cada enero una fiesta encumbrada a lo más alto en los últimos años gracias a personas como César Rodriguez, uno de los exponentes de la organización. Un eslabón más en la viaje apuesta por declarar esas celebraciones como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.

Tocaban las campanas a mediodía cuando gritos, cohetes y campanos anunciaron el desenfreno que supone la Vijanera. Salida, por una parte de las antiguas escuelas y, por otra, de lo alto de Santa Marina para confluir ambas comitivas muy cerca de la Iglesia románica, principio y fin de la fiesta.

Este año poco se podía hacer para seguir el desfile ante la cantidad de gente que llenaba las rutas que tomaban los vijaneros. En la raya, dos veces pidieron guerra para, a la tercera, declarar la paz con el recuerdo del encuentro antaño con otras comitivas.

Sorteando calles estrechas y gente cuerpo a cuerpo con los vijaneros, el grupo fue mostrando su particular singularidad: el amo, los traperos, la pepona, la madama o el mancebo, la gigante giralda, los danzarines, la preñá, la gorilona o las gilonas, además, por supuesto, del oso y los zarramacos.

De ahí regreso, paradas incluidas, a la campa donde se concentraron las miles de personas que fueron fieles a la cita.

Coplas, canciones y parto de un nuevo año hicieron regresar sobre los pasos a unos y otros, protagonistas e invitados, hacia la iglesia, monumento a la divina justicia que empujó a los guerreros del bien, los zarramacos, a acabar con el oso, símbolo del mal.

(del DM de fecha 9 enero 2017)


Otro año más, que acudo a esta fiesta de La Vijanera y  son muchos los que he asistido.

Mi preocupación era el tiempo, se anunciaban temperaturas bajísimas, pero al final no fue para tanto.

Llegue muy pronto, como aconsejaban para aparcar el vehículo lo más cerca posible, del centro del pueblo. Siempre lo hago en el mismo sitio.

Después me dirigí a tomar un cafetito bien caliente en el único restaurante abierto a esas horas.

Como vengo haciéndolo  otros años, subí al barrio de Santa Marina, donde los organizadores y participantes se preparan y visten para iniciar la comitiva.

Este año, no dejaban acercarse a las casas y todos los que estuvimos arriba, no nos quedó más solución que esperar y mientras tanto los organizadores y algunos familiares, tuvieron el detalle de ofrecernos pinchos calientes mientras esperábamos.

A las once, iniciaron  la bajada por el bosque los zarramacos  , donde  pude comprobar el gran gentío que ya estaba esperando, hasta llegar al lugar de la campa, donde realizan el rito del oso y puede verse  la panorámica del pueblo abajo.

Desde aquí, fui bajando entre la gente y sin escapatoria posible, te llevaban al ritmo que marcaban los zarramacos, hasta que me liberé casi al final del recorrido.

Hasta "la raya", lugar donde dramatizan el rito pidiendo "guerra" o paz", era imposible andar y siempre entre gente que iba y venía, demasiado para intentar hacer alguna foto.

Al regreso, igual, hasta que los zarramacos se desviaron hacia el puente y aquí, ya se pudieron hacer algunas fotos más, hasta que terminé de seguirles.

Ha sido un bonito día, de autentico maratón fotográfico.

Para conseguir fotos, hay que estar preparado y tener algo de conocimiento de la fiesta ¡esto es muy importante!

Este año, me he encontrado con un fotógrafo francés que había venido exclusivamente para hacer las fotos de la Vijanera, y también con un profesional, que nos aconsejó cómo debíamos de situarnos durante el recorrido para conseguir lo que él llamaba "una foto limpia".

Yo estaba de acuerdo con él, pero lo veía imposible conseguir lo que pretendía, solamente hay que estar atentos y bien preparado para correr por delante de la comitiva, con los zarramacos corriendo.
A pesar de todo, espero que mis fotos lleguen a gustar.

Estoy contento por haber sido uno de los visitantes y de presentar mi voto para que sea declarada la fiesta como Patrimonio de la Humanidad de Bien Cultural.








9 de enero de 2017

CABALGATA DE REYES 2017




























La víspera de Reyes dio comienzo la tradicional Cabalgata, a la que todos los años vengo asistiendo como "fotógrafo acreditado".

Este año, han desfilado once carrozas y unos cuatrocientos participantes.

La primera carroza se trataba de un dragón con la mirada encendida y la lengua fuera, que como siempre fue la más llamativa.

A continuación pasacalles de gigantes y cabezudos, hombres zancudos, y grupos de jóvenes bailarines, acompañados por los personajes de moda y con el hilo musical de las canciones que vuelven locos a los críos.

Que si Patrulla Canina, que si Pikachu, que si Angry Bird...todos bien caracterizados.

El personaje de Hulk, una pasada, con un traje verde y acompañado por un grupo de patinadores soportando globos de colores.

Después la carroza inspirada en Vaiana y la de Mazinger Z.

No podía faltar, una representación del Belén, con un numeroso grupo de pastores.

Y para dar más realismo,  burros, ovejas y camellos, que se distraen en el desfile.

Para terminar las carrozas de sus Majestades los Reyes.







2 de enero de 2017

CALENDARIO 2016




Ya terminado el 2016, he confeccionado este calendario con imágenes seleccionadas del año pasado y que no fueron publicadas en sus fechas.



Enero



Febrero



Marzo



Abril



Mayo 



Junio



Julio 



Agosto 



Septiembre



Octubre




Noviembre



Diciembre









22 de diciembre de 2016

LA VACA GIGANTE




la competición















 las olas










La Vaca Gigante by Oakley vuelve a mugir más fuente que nunca. El campeonato internacional del Surf de olas grandes, único a nivel nacional junto con el de Punta Gales, se esperaba para darse la orden y desde los acantilados del Bocal de Monte, se pueda oír mugir a La Vaca más XXL.

Serán 54 surfistas, olas de más de 6 metros y un desafío extremo.

La Vaca Gigante, es un evento invitacional de surf de olas grandes organizadas por el Club Deportivo Obsession A2 y que, hasta la fecha, se ha venido realizando en los acantilados de El Bocal en las inmediaciones de Santander.

Junto al Punta Gales Challenge. La Vaca Gigante by Oakley es el único evento de surf extremo que tiene lugar en España, traspasando fronteras en muy pocos años y siendo referencia internacional.

Algunas de las características del evento son, por un lado, su carácter invitacional -el 95% de las plazas para desafiar a la ola cántabra se otorgan por invitación directa del club organizador ObsessionA2 y un 5% son adjudicadas, tras un corte de aquellos invitados que han solicitado su plaza, a través de las redes sociales del evento- Otra de las características reside en la ola, y es que se necesitarán las condiciones meteorológicas perfectas para que la vaca cántabra muja con entre 6 y 8 metros de altura.

La Vaca gigante By Oakley será desafiada por 54 elegidos. Los mejores especialistas de esta modalidad están deseosos por recibir una de las invitaciones por el prestigio que ello conlleva.

Para que la modalidad de surf de olas grandes no es apta para la mayoría de los surfistas, debido a sus características -la ola de la Vaca Gigante debe de tener entre 6 y 7 metros para poder disputar la prueba- el club ObsessionA2 ha recibido solicitudes de grandes figuras de Nueva Zelanda, Estados Unidos, Francia, Portugal, Hawái, México e Irlanda.

Dentro del organigrama de participantes La Vaca Gigante no se olvida de los cántabros y otorga un amplio número de invitaciones para los deportistas locales, que además son grandes conocedores de las condiciones de esta ola.

La Vaca Gigante pasará de los 32 invitados de la pasada edición para desafiar el mugido de la ola cántabra a contar con más de 59 competidores.

(lavacagigante.es)


Los 43 surfistas -riders en el argot deportivo- de nueve países diferentes que se enfrentarán a este "sport" cántabro se convertirán en los actores de una gran espectáculo. El mejor se llevará un premio en metálico de l.250 euros y unos trofeos acordes a la denominación de la cita. Un cencerro y una lechera de las que se utilizaban para el ordeño. Todo muy vaquero para una competición que este año puede mugir más que nunca. Porque las provisiones para la jornada del sábado con más que halagüeñas.

Las olas de cinco metros están garantizadas y es muy probable que se alcancen o incluso se superen los siete metros, el reclamo de la prueba.

La competición oficial comenzará a las 9,00 horas con al disputa de la primera manga masculina. Cada deportista tendrá cuatro intentos para conseguir la mayor puntuación. Tienen tiempo, 40 minutos para descartar las olas menos propicias y elegir las que pueden dar el título. La segunda manga, a partir de las 12,20 horas, será una imitación de la primera. A partir de ahí, comenzará el trabajo del jurado. "Tendrán en cuenta aspectos como la elección de la ola en función de su tamaño, la posición del surfistas y el punto crítico donde coge la ola. Cuanto más en contrapico esté, más arriesga en contrapico esté, más arriesga el deportista y más dificultades hay de controlar la ola.

En esta ocasión, la organización ha decidido que no haya fases eliminatorias ni final con los mejores clasificados. para decidir el ganador se cogerán las cuatro mejores actuaciones de los deportistas. Así se quiere aumentar la espectacularidad de la prueba "La estrategia es diferente. Compiten contra la naturaleza y no contra los otros 40 participantes. Mucho más atractivo.

Rn el caso de las féminas, al ser muchas menos, sólo habrá una entrada al agua durante 45 minutos, más tiempo al disfrutar de una sola manga y puntuarán las dos mejores aproximaciones a la ola. Su turno será partir de las 15,40 horas.

La leyenda sudafricana del surf Grant Twig Baker y la gran figura australiana Jamie Mitchell parten como favoritos, al igual que los experimentados Joao Macedo (Portugal), Ollie Oflaherti (Irlanda), Dylan Cotton (USA) o Pilou Ducalme (Francia). El ganador de la pasada edición, el canario Alex Zirke, vuelve a probar suerte.

Ha sido el 17 de diciembre, cuando se ha celebrado en los acantilados de El Bocal, un gran espectáculo no sólo deportivo, también escénico. Los 40 surfistas de nueve países distintos que se enfrentaron a esta gran ola que se forma en este punto de Santander hacían de actores frente a uno de los papeles más exigentes del año "La Vaca Gigante".

El temporal marítimo y el viento pusieron los efectos especiales. Había hasta un graderío natural en la campa y las zonas rocosas de este espacio limítrofe entre Monte y Cueto para que el público pudiera disfrutar del evento.

Desde las 9,00 horas, cuando los primeros "riders" se metieron en el agua por primera vez, los cerca de 8.000 espectadores que no faltaron a la cita con la prueba, una de las más importantes de España en olas grandes, vivieron una auténtica exhibición en la que el vizcaíno Natxo González fue el dominador y la francesa Justine Dupont se impuso en femeninas.

Exhibición y espectáculo, porque las previsiones que afirmaban que la borrasca del viernes se había retrasado y llegaría justa para el evento, dieron en el clavo.

La organización prometía olas de entre cinco y siete metros de altura, pero en el arranque de la competición se quedaron pequeños. Con la marea alta, enfrentarse a los colosos de agua salada parecía más cosas de temerarios que de valientes.

Hasta los más acostumbrados hablan de la dureza de las condiciones y la complejidad para cabalgar sobre las olas mientras que se ponían el neopreno. Sobre la tabla, comprobaban que no se equivocaban. Más complicado incluso era entrar y salir de la mar. Imposible sin las motos acuáticas de ObsessionA2, el club organizador del evento. "Sin duda, las más complicada de los últimos años".

El ganador, el vasco Natxo González, llegó a totalizar 36,1 puntos. La plata fuera para otro vasco, Indar Unanue (34,27), que tuvo el triunfo en su mano hasta el final, mientras que el italiano Alessandro Piu (27,6), acabó tercero.

El mejor cántabro en la general, con un cuarto puesto, fue Juan Merodio (26,6).

Finalmente, con la ausencia de última hora de algunos de los favoritos como el sudafricano Grant Twig Baker o el australiano Jamie Mitchell, otros de los que aspiraban al título no tuvieron fortuna, Joao Macedo (Portugal) fue noveno, Dylan Cotton (Estados Unidos), de décimo y el irlandés Ollie Oflaherti acabó en el puesto 33.

En chicas, con sólo tres concursantes finalmente la victoria fue para Dupont (17,67 puntos), seguida de la suancina Mirka Martin. La portuguesa Joana Andrade tuvo menos suerte y no logró puntuar.

El público seguía la prueba a 500 metros desde tierra, pero es en el mar donde las proporciones se vuelven extremas. Frente a ellos, los surfistas tenían la difícil tarea de ganar una batalla a la naturaleza, que se manifiesta en forma de columna de agua de la misma altura que un edificio de tres plantas y varias toneladas de peso.

(Diario Montañés)




La prueba se celebró el 17 de diciembre en los acantilados de El Bocal.

En esta edición de la Vaca Gigante, que tanta expectación había creado, en mi opinión personal, lo primero a pesar de la magnífica organización y la propaganda anunciada, ha existido mucho menos espectadores que el año pasado.

Segundo y lo más importante, las olas que hemos presenciado, las mejores han sido las de las primeras horas, pero con neblina.

Después la fuerza de la mar fue calmándose, para volver a mugir de nuevo y ya con una claridad magnifica.

Para mí, ha sido una nueva cita con la Vaca Gigante, con el objetivo de obtener buenas fotos, a pesar de las dificultades encontradas, poca nitidez al principio y estar situado a mucha distancia de la ola, pude hacer algunas para recuerdo de esta competición.

Hasta el próximo año.