30 de abril de 2021

PARQUE DE LA NATURALEZA DE CABARCENO 23 abril 2021

 











Sigo visitando el Parque de Cabárceno, para disfrutar de su naturaleza y tranquilidad que en estas fechas lo necesitamos.

Como aún no veo ningún oseznos, que me extraña, porque son las fechas que ellos se dejan ver, tengo que localizar otros nuevos inquilinos que también es la época.

En la pradera que comparten las avestruces, las jirafas y los eland, si existen dos pequeños de estos nuevos inquilinos de la manada de los eland, que gozada verles en sus primeros días.

El eland, es un animal que poco nos fijamos en ellos, pero hay que reconocer que pasan inadvertidos a pesar de ser muchos.

El eland es el antílope de mayor tamaño del mundo, pudiendo los machos llegara los 800 kilos de peso. Viven en manadas de entre 25 y 60 individuos.

Los eland  son generalmente nómadas que se trasladan siempre en busca de alimento. Pacen ramoneando las hojas tiernas de árboles y arbustos e ingieren bulbos, tubérculos y raíces que desentierran con sus pezuñas, así como frutos silvestres. Cuando el alimento se abundante, algunas poblaciones se hacen sedentarias, ocupando un territorio durante largo tiempo.

Estos animales son capaces de aumentar su temperatura corporal hasta en 7º, lo que evita que, en épocas de sequía, suden y pierdan agua.

La manada de Cabárceno, no es numerosa, pero son bastante animales, estos procrea con éxito y cada vez aumentan. Tienen una vida tranquila en la pradera, junto con las jirafas y los avestruces.

Encontrarles es fácil, nada más entrar al Parque en dirección al Restaurante, enfrente mismo, están, no son los más fotografiados de este recinto, pues quienes lo acaparan todo son las jirafas e incluso las avestruces.

No sé porque, pero los eland  son sorprendentes, pudiéramos decir bonitos, fuertes y porte elegante al andar.

Luces unos cuernos que les crecen hacia atrás, casi rectos, con resaltas en espiral como los de una broca.

Están provistos de una notable papada en la parte baja del cuello, con una crín a modo perilla, que les sirve para regular la temperatura. La del macho dominante es muy llamativa. Bien adaptados al clima de Cabárceno, se reproducen con facilidad.

El parque se ve obligado a enviar los excedentes de esta especie a otros parques zoológicos donde los demandan.

Verles en grupo es una escena atractiva y aún más cuando tienen crías.