FAUNA Y FLORA
Parque de Cabarceno
Teníamos previsto nada más
terminar el verano, acercarnos al Parque de Cabárceno, llevábamos ya meses sin ir, por motivo del gentío de visitantes que
suelen acudir en estas fechas veraniegas.
El 8 de septiembre, acudimos
Manolo, Felipe y yo, para conocer las últimas novedades que existían, como era
el avance de las obras de las telecabinas o de algún nuevo inquilino.
Estábamos informados de que había
llegado un nuevo rinoceronte (hembra) para reproducirse.
La llegada ha sido el 3 de junio.
El EEP de Rinoceronte Blanco ha elegido el Parque de la Naturaleza de
Cabárceno, como centro reproductor, procedente del Bioparc de Valencia.
Mayayi, ha llegado hoy al Parque
de la Naturaleza de Cabárceno con fines reproductores. El EEP (Programa Europeo
de Protección de Especies en Peligro de Extinción) de Rinocerontes Blanco ha elegido
la instalación cántabra como centro reproductor de esta especie.
Los responsables del programa
europeo han seleccionado al Parque de Cabárceno dada la eficiencia y calidad
del macho reproductor de Cabárceno (Sagan, un ejemplar de 28 años) y debido al
éxito del programa de reproducción de rinoceronte blanco de la instalación
cántabra, donde ya han nacido dos ejemplares. El último de ellos en septiembre
de 2013 es hijo de Sagan.
El rinoceronte blanco es una de
las especies que tiene mayor dificultad de reproducción en cautividad y amenaza
de peligro de extinción por lo que el hecho de que, en los últimos 17 años, dos
ejemplares hayan visto la luz en Cabárceno convierte a la instalación en
referente a nivel mundial.
Mayayi, una hembra de 11 años y
unos 2.000 kilos de peso, llegó a primera hora de la mañana al parque y durante
la jornada de hoy se la mantendrá en un box con el objeto de que pueda
descansar del largo viaje desde Valencia.
El ejemplar convivirá con los otros
cuatro rinocerontes blanco de Cabárceno (dos machos y dos hembras), al menos un
año, periodo en el que se espera sea cubierta por Sagan y se confirme que está gestante.
Conseguir que esta especie procree
en cautividad es muy difícil, siendo muy escaso el número de nacimientos que se
producen al año en Europa. De ahí que el nacimiento de la última cría en 2013
se considerara un gran éxito para Cabárceno, que tras la marcha de Mayayi
acogerá nuevas hembras llegadas de distintos parques y zoológicos que viajaran
a Cantabria dentro del programa de la EEP con el mismo fin de procrear.
La instalación cántabra destaca,
además, por contar con uno de los rincones más grandes de Europa para
rinocerontes: tres hectáreas de pradera donde pueden correr, pacer y moverse
con facilidad.
El rinoceronte blanco
(Ceratotherium simun) es la mayor de las cinco especies de rinocerontes que
existen en la actualidad. Puede llegar a los 4,2 metros de longitud, 1,85 m. de
altura y 2.500 kilos de peso.
Es una de las dos especies de
rinocerontes que viven en África. La otra es el rinoceronte negro.
A pesar de su nombre, estos
animales no son blancos, sino grises. Su nombre responde a una curiosa
equivocación semántica, ya que los primeros colonos holandeses que llegaron a
Sudáfrica, llamaban a este animal, wijde (ancho, en español) en referencia a su
labio recto y ancho. Con posterioridad, cuando llegaron los ingleses a esta
zona, confundieron el término widje con white, vocablo inglés de pronunciación
similar, que significa blanco.
La forma característica de la boca
se debe a que este animal se alimenta de hierbas que pace, mientras el
rinoceronte negro lo hace de ramas de arbustos. Gracias a esto las dos especies
pueden coexistir en un mismo ecosistema.
Las hembras paren una sola cría
cada cuatro o cinco años. Otras de las características más llamativas de esta
especie es su enorme cuerno de queratina, que nace como una protuberancia en la
nariz.
El comercio de cuernos de
rinocerontes, empleados como curativo en la medicina china y también como
ornamento, es, precisamente, la principal causa de la caza ilegal de esta
especie y la principal amenaza para que se encuentre en serio peligro de
extinción.
Bienvenida Mayayi.
No solamente queríamos hacer fotografías
de los animales, sino también de otras especies, como las libélulas.
Para estos últimos, teníamos que
acercarnos al Lago Acebo, para poder localizarlos. El lago Acebo se encuentra
rodeado por un frondoso bosque, tiene un sendero que lo rodea en parte y ofrece
unas vistas espectaculares.
Por el interior del Parque, no tuvimos suerte y pocos fueron los animales
que pudimos ver.
Pero ya en el Lago Acebo, tanto en
la mañana como por la tarde, la dedicamos exclusivamente a la libélula.
No esperábamos tener tanta suerte, pero vimos volando y posándose tres especies distintas,
pero la más destacada fue la" libélula azul " (Orthetrum
Coerulescens), que tan difícil es de fotografiar.
Con paciencia y buena disposición,
pudimos los tres, hacer muchas fotografías y en algunas de ellas captar un momento espectacular, como fue la
caza y muerte de un insecto pequeñísimo
que había capturado la libélula.
De los otros animales, "los
grandes" , ya tendremos alguna otra oportunidad para verles y
fotografiarles, pero lo primero, es lo que nosotros estábamos buscando y lo encontramos en el Lago Acebo.