Una vez entrado el otoño, había que estar preparado para hacer alguna
excursión y como objetivo el paisaje otoñal.
Tenía elegido el entorno natural de las Cervalizas en Campoo, lugar que
conocía y que me podía ofrecer unos paisajes preciosos.
Me fui con mi amigo Fernando San Miguel, semi-profesional y gran
aficionado a la fotografía, del que puedo aprender algo de él sobre este tema.
En Cantabria, por su climatología, es difícil encontrar el momento
exacto del esplendor otoñal, pero para eso hay que tener suerte.
En este lugar privilegiado del Alto Hijar, algo teníamos que
encontrarnos, aunque no fuese el oso que es un lugar transitado por él y así
fue, el bosque ofrecía un paisaje precioso con todos los colores otoñales.
Lugar de deslumbrante perfiles virginales y de gran riqueza forestal y faunística.
Para llegar a este sitio, desde Santander, es por la carretera hasta Entrambasaguas (Campo) donde se encuentra el restaurante la Casuca y a la derecha nos introducimos por una estrecha
carretera pasando el cementerio y continuando hasta llegar al comienzo de la
ruta.
Esta senda comienza desde una portilla y se encuentra señalada como PR S83
Cervalizas.
Desde este punto se inicia andando el recorrido paralelo al rio Hijar y
por un sendero que discurre cortado bajo escarpados de roca y cagigas
centenarias.
Nada más comenzar empezamos a observar los bosques frondosos (hayedos,
robledal, sorprendente fresneda, cercos de serbal y zonas húmedas de abedul) y
el serpentear del Hijar por el fondo del barranco.
Esto era lo que buscábamos y por lo tanto, no perdimos ocasión alguna para
hacer las primeras fotos.
Tras recorrer unos kilómetros, llegamos pronto a la Central de Zamuñon,
que rompe la línea natural del rio.
Al encontrarnos con una baja temperatura, el terreno estaba helado con
escarcha.
Continuamos por la derecha y cogiendo algo de subida sobre el rio, del
que cada vez le vemos más abajo.
No hay perdida alguna y más aún el encontrarnos con una señalización,
indicando Cervalizas.
A lo largo de la bajada al Hijar, por una zona en la que se abre el
barranco, el sendero gira totalmente en dirección oeste a este y seguimos por un tramo corto pegado a la orilla, en la
cual el sendero es muy cerrado entre avellanos, hayedos, robles, acebales,
fresno, servales y abedules.
Llegamos pronto al puente Dé, un enclave conocido y emblemático en el
Alto Hijar, una enorme piedra desprendida de los roquedales de la margen
izquierda formó un magnifico puente natural hace cientos de años.
Aquí es el punto final de nuestro recorrido y regresamos de nuevo al
vehículo, donde damos terminado la excursión.