El día 26 de
agosto, me fui a la Cantera de Cuchía, lugar que visito todos los años, con el
objetivo de localizar "bichos" y "invertebrados" y poder
hacerles alguna que otra foto.
Para ello y
con mi objetivo "macro" estuve recorriendo este entorno de
naturaleza, donde pude ver varias "libélulas" y muy poco
"caballitos del diablo".
Después de
dos años, he podido observar el cambio que ha sufrido este lugar, muy distintos
años anteriores, todo se debe a que están en un proyecto de restauración e
incremento de la biodiversidad.
Esperemos
que en el futuro, el lugar se halla regenerado y podemos ver más aves,
insectos...
La Cantera
de Cuchía en el año 2015 se puso marcha el denominado "Plan de acción para
la remodelación geomorfológica y el incremento de la biodiversidad", con
la colaboración de la Sociedad Española de Ornitología y del Ayuntamiento de
Miengo y la empresa Solvay.
Esta cantera
situada en la margen derecha de la ría de San Martin de la Arena, cerca de la
playa de Cuchía, fue explotada en su momento por Solvay para la extracción de
piedra caliza durante más de setenta años.
Tras el cese
de la actividad en el 2005 se ha venido durante años restaurando a la vez que
continuaba explotación, ahora se ha emprendido un nuevo proyecto, que pretende
fomentar los valores naturales de este espacio ha ido adquiriendo con los años.
Hasta la
fecha se han registrado en la cantera 146 especies de aves, 18 de mamíferos, 7
especies de anfibios, 6 reptiles y dentro del grupo de los insectos destaca la
presencia de 23 especies de odonatos. En cuanto a la flora se han registrado
287 especies vegetales.
En este plan
se han contemplado una serie de medidas que van más allá de las actuaciones de
restauración que legalmente son exigidas, implementando acciones que buscan
incrementar la capacidad de acogida de la Cantera de Cuchía para la flora y
fauna silvestre aprovechando las potencialidades de la zona.
Las
actuaciones van dirigidas tanto a elementos que se han generado de forma artificial
como consecuencia de las actividades extractivas, como son las lagunas del vaso
de la cantera o los cortados de los frentes de explotación, como a hábitats
naturales que se vieron afectados durante la actividad de la cantera y cuya
recuperación se pretende acelerar, principalmente las unidades de vegetación
asociadas a las series forestales de la zona.
El plan de restauración se ha articulado en cinco ejes de actuación:
1. Remodelación
geomorfológica con la creación de nuevos relieves que reduzcan el impacto
visual y además favorezcan la revegetación.
2. Ampliación
y mejora ecológica de charcas y lagunas: las zonas húmedas existentes son
uno de los valores naturales más importantes de este espacio y se ha procedido
a excavar nuevas charcas y mejorar las existentes.
3. Eliminación
de flora exótica invasora. Se trata del principal problema ambiental y es
que los terrenos de cantera tienen amplias superficies invadidas por el plumero
de la Pampa. Se ha diseñado un protocolo de actuación para la reducción de la
superficie ocupada por plumeros.
4. Revegetación
con especies autóctonas. Todas las superficies sobre las que se ha actuado
han sido revegetadas con especies locales como el sauce negro, el aliso, la
encina o el madroño, formando nuevos hábitats como el encinar cantábrico, el
robledal de rebollo, el bosque de ribera, el pastizal cantábrico y el humedal.
5. Uso
público e información ambiental. Se han instalado paneles informativos y se
ha elaborado un tríptico divulgativo. Además se ha limitado el acceso con
vehículos y se ha procedido a la regulación de usos para evitar molestias a la
fauna y afección a los hábitats en regeneración.