El día 10 de
mayo, nuevamente visité el Parque de Cabárceno, para seguir disfrutando de ese
entorno de naturaleza y al mismo tiempo de la tranquilidad que se respira en
este lugar.
Fue una
visita rápida, para localizar alguna novedad que se habría producido en estos
últimos días.
Y si me lo
encontré, el nuevo camello bactriano que ha llegado al Parque procedente de
Portugal, que sustituirá al macho reproductor que existía para evitar problemas
de consanguinidad.
Con este
camello bactriano que se incorpora al grupo de ocho ejemplares que actualmente
habitan en la instalación, tiene como objetivo fines reproductivos.
Su llegada
al parque es fruto de los convenios de colaboración de Cabárceno con los
distintos centros de conservación europeos que también cuentan con ejemplares
de esta especie en peligro de extinción.
Sus primeros
días el nuevo camello permaneció separado del grupo en periodo de adaptación y
ya está actualmente integrado compartiendo el recinto con las cuatro hembras de
esta especie.
El programa
de reproducción del camello bactriano (camelus bactrianus), en Cabárceno ha
sido un éxito en los últimos años y gracias al mismo el Parque cuenta con otros
cuatro machos que serán trasladados en su momento a otros parques europeos,
para evitar la consanguinidad.
Se trata de
animales bastante pacíficos y muy llamativos por lo característico de sus dos
jorobas, distinguiéndose así de los dromedarios que solo tiene una.
La especie
es originaria de los desiertos de Estados Unidos, desde donde emigraron a Asia
(desiertos rocosos de Mongolia y China), hace 4 millones de años, adaptándose
perfectamente a estas áridas regiones, donde la temperatura en verano es
superior a los 50ºC y en invierno pueden bajar hasta los 30ºC bajo cero. Por
ello tienen un pelaje tanudo y grueso que les protege en invierno y que se cae
conforme pasan las estaciones y suben las temperaturas, adaptándose con
facilidad a distintos hábitats.
Pueden
conservar líquidos y permanecer largos periodos sin beber gracias a la grasa
acumulada en sus jorobas. En invierno las plantas son suficientes para que
puedan sustentarse sin agua durante varias semanas. Cuando encuentran agua
abundante, pueden beber más de 100 litros de una sola vez.
Las camellas
bactrianas paren una única cría tras una gestación de entre 12 y 14 meses. Son
animales muy grandes. Los machos miden más de dos metros y llegan a pesar casi
una tonelada. La esperanza de vida de la especie es de más de 50 años y se alimentan
exclusivamente de hierbas y brotes de arbustos.
En esta
visita, he dedicado un tiempo, en ver a este nuevo inquilino y hacerle una foto
de bienvenida.
La verdad,
que son feos y nada atractivos para la foto, pero había que hacerlas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario