29 de junio de 2018

ZOO DE SANTILLANA DEL MAR 26 junio 2018 (I)























Tenía previsto visitar el Zoo de Santillana del Mar, para volver a fotografiar "mariposas".

Elegí el día 26 de junio, para visitarle y disfrutar la mañana en el interior del Zoo.

Este Zoológico tiene una superficie cerca de 60.000 m2 libres de barreras arquitectónicas.

Es Zoo completamente privado, cuenta con una trayectoria de 40 años en  los que ido creciendo y adquiriendo un importante prestigio conservacionista. Habiendo sido calificado por ADENA/WWF como uno de los cuatro mejores zoos de España.

El Zoo de Santillana es, miembro fundador de la Asociación Ibérica de Zoos y Acuarios (AIZA) desde 1988 y miembro de la Asociación Europea de Zoos y Acuarios (EAZA) desde 1997.

Desde hace años, en el Zoo se desarrollan con éxito 40 programas de cría en cautividad de especies en peligro de extinción como las Panteras de las Nieves, los Leones Asiáticos, el Titi Emperador, el Lobo Ibérico, la Nutria y el Bisonte Europeo, los Tigres y los Orangutanes de Sumatra, entre otros.

Pero lo más destacado es el jardín tropical por el que podrás pasear con preciosas mariposas volando a tu alrededor, una maravilla, que debemos visitar.

Es un lugar espectacular, la sensación que se tiene al estar rodeado de mariposas que te revolotean alrededor, es indescriptible, es difícil encontrar un sitio tan maravilloso como este.

De este paraíso de mariposas, se encarga principalmente José Ignacio Pardo y sus ayudantes, que desde hace más de veinticinco años se encarga de criar y minar a más de 200.000 de estos insectos, a los que se puede ir a ver e incluso tocar, donde existen un sinfín de especies.

Para ello, se necesita mucho trabajo, al tratarse de una humedad especial porque las mariposas son de selva tropical y requieren cierta temperatura.
En cada momento nace un nuevo ejemplar que despliega sus alas y vuela en el fantástico jardín.

Para mí, es un lugar privilegiado, para hacer fotografías de las mariposas utilizando el objetivo "macro".


Hable con su propietario, José Ignacio Pardo de Santayana, que con su amabilidad, me indico donde se escondían los insectos conocidos como "palos" y las "orugas", además de informarme de otras cosas interesantes de ese lugar.









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