16 de junio de 2016

CANTERA DE CUCHIA





Caballito del diablo: Lestes Barbarus




Libélula: Orthetrum coerulescens


Libélula: Crocothemis eryharaera



Caballitos del diablo:  Ischnura Graellsii



Ranita de San Antonio





El 7 de junio, nos acercamos a un lugar ya conocido, como es Cuchía, para dar comienzo nuestra temporada fotográfica del "macro"




http://www.locustella.org/revista/06/pdf/AB_CUCHIA_LOCUS6

Cuchía es una localidad costera del municipio de Miengo, con una gran cantera de piedra caliza, ubicada junto al estuario de los ríos Saja-Besaya, que en su día proporcionó recursos a la empresa química de Solvay, desde principio de 1927 hasta el 2006, cuando finalizó estas actividades.

Este espacio se ha ido regenerando de manera natural a lo largo de los últimos años y hoy en día, existen varias lagunas cuyo origen se debe al vaciado del sustrato calizo y a la aparición del acuífero subterráneo allí presente. Además, a estas lagunas les acompañan ecosistemas palustres contiguos de gran valor natural, tanto por su singularidad como por la escasez de este tipo de hábitats en Cantabria.

Al mismo tiempo, desde hace ya varios años, Solvay tiene en marcha un plan de recuperación paisajística de la cantera de Cuchía, que va transformando la superficie ya explotada en un conjunto de sendas de paseo, estanques y arboledas para su uso público.

De este lugar, se viene divulgando por parte de grupos naturalistas, los importantes valores naturales que forman este conjunto de lagunas, al mismo, de realizar un inventario de la flora y fauna, para dar a conocer la importancia de este ecosistema e incidir en lo posible en la conservación y uso público del lugar.

Existen algunas especies amenazadas a nivel ibérico y/o incluidas en el Catálogo Regional de Especies Amenazadas, como es la Ranita de San Antonio Hyla arbórea.

Así, entre la flora presente resaltan las formaciones naturales de carrizales Phragmites australis en el entorno de las charcas, además de sectores con espadaña Typha latifolia o sauces Salix atrocinerea, que otorgan protección a un buen número de aves, anfibios y algunos invertebrados relacionados con el medio acuático.

Entre estos últimos destaca el grupo de los Odonatos (caballitos del diablo y libélulas), de los que se han inventariado hasta un total de 11 especies.

Además, se han localizado en la zona varias especies de orquídeas como Ophris apifera o Serapias cordigera.

Hay que destacar la importancia que han adquirido estas charcas durante los últimos años como lugar de sedimentación durante las migraciones para numerosas especies de aves acuáticas (ardeidas, anátidas....) que encuentran refugio y alimento en los carrizales que bordean las lagunas. Así, durante los pasos migratorios, con preferencia por el prenupcial o primaveral, se han detectado en las lagunas de la cantera especies tan relevantes desde el punto de vista de la conservación de la biodiversidad como el Avetoro Común Botaurus stellaris, Avertorillo Común Ixobrychus minutus, Martinete Común Nycticorax nycticorax, Garza Imperial Ardea purpúrea o Pato Colorado Netta rufina, todas ellas incluidas en la categoría de amenaza.

Es una de las pocas zonas de la región donde se reproducen especies como el Porrón Europeo Aythya ferina o el Chorlitejo Chico Charadrius dubius, habiéndose observado incluso indicios claros de reproducción por parte de una pareja de Tarro Blanco Tadorna tadorna. También se han detectado en las lagunas varias especies de anfibios de interés en conservación, como pueden ser el Sapillo Pintojo Ibérico Discoglossus galganoi, sumamente escaso en Cantabria y con poblaciones muy localizadas, o la Ranita de San Antonio.




Era de esperar en nuestra visita que nos encontráramos con distintas especies de "bichos"

Nuestro objetivo fotográfico eran los "caballitos del diablo" y las "libélulas".

De éstas, la conocida como Crocothemis eryharaea macho, nos fue difícil conseguir alguna foto, volaba pero de posarse nada de nada.

Sí nos sorprendió el numero de caballitos del diablo (insectos Odonatos), que volaban constantemente y que se dejaban fotografiar: Ischnura graellsii. Estos suelen volar en los márgenes de las charcas posándose en la vegetación palustre.

Pudimos observar varias en apareamiento, con sus huevas.

También su otra especie, la Lestes barbarus.

La libélula depressa, tuvimos la suerte de ver unas pocas, siendo estos ejemplares muy llamativos.

Con la que sí, nos pudimos recrear al dejarse fotografiar, fué la Orthetrum coerulescens.

Un día con éxito, además de las libélulas y caballitos del diablo, también pudimos tomar unas fotos a la Ranita de San Antonio, especie amenazada y a una sorprendente avispa construyendo su colmena.







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