El día 17 de mayo, nos fuimos nada menos que
cinco fotógrafos a realizar un reportaje de las conocidas secuoyas de Cabezón
de la Sal.
Algunos ya conocían este entorno, otros como yo,
no. Por eso tenía interés de verlos.
"En este
monte de Cabezón, con apenas 2,5 ha. y cerca de 850 secuoyas costeras (sequoia
sempervirens) forma la masa forestal más extensa de esta especie en Europa. Su
altura oscila entre 40 y 50 m. y su perímetro normal ronda 2 m. La densidad y
el gran desarrollo de las secuoyas impiden la presencia de sotobosque bajo su
sombra, por lo que únicamente encontramos dispersos por la masa 25 pinos de
Monterrey y algún eucalipto blanco
plantados en la misma época, así como algunos pies menores de otras especies en
la periferia.
Estas
cupresáceas son los árboles más altos del mundo. Durante la era de los
dinosaurios se extendían por todo el hemisferio norte. Los cambios climáticos y
topográficos las confinaron a las montañas costeras de California y Oregón,
donde el clima templado y húmedo con nieblas frecuentas reúne las condiciones
óptimas para ellas. Además de su altura,
destaca el grosor de su corteza, hasta 30 cm. y su capacidad para rebrotar de
raíz, poco habitual en las coníferas.
De su
majestuosidad ya hacían referencia los españoles que exploraron la zona en el
siglo XVIII. Este es el origen, por ejemplo del asentamiento de Palo Alto en
California, que utilizaban para guiarse en sus navegaciones. También lo
llamaban palo colorado, por su madera, equivalente a nombre en inglés, redwood.
Tras la
anexión de California a EEUU y el estallido de la fiebre del oro en 1848, se
multiplicó la población y se talaron masivamente estos bosques. Se dice que San
Francisco se construyó con su madera. Así se perdió el 95% de los 8.000 km. que
ocupaban. En la actualidad la mayor parte están protegidos.
Aunque se
sabe que los botánicos de la expedición científica de Malaspina y Bustamante de
1789 ya tomaron muestras, se suele atribuir a los británicos su introducción en
Europa en 1843 como ornamental.
La secuoya
es habitual en parques y jardines de Cantabria,
Cuatro están catalogadas como singulares. También se puede encontrar la
secuoya gigante o árbol del mamut.
La secuoya
costera puede crecer hasta 1,8 m. los primeros años. Después ralentiza el
desarrollo hasta hacerse casi imperceptible en su madurez.
En el
monte Cabezón se plantaron en la década de 1940 y setenta años después rozan
los 50m. de altura. Fuera de su área natural, sólo es comparable el bosque de
Whakawarega en Nueva Zelanda. Plantado en 1901, sus secuoyas de más de 60m. se
han convertido en un reclamo turístico.
En los
secuoyales primigenios de California, es frecuente encontrar pies de hasta 2000
años que superan los cien metros.
El más alto, con sus 115,6m. Hiperión: "el que camina en las alturas", descubierto en 2006 en el Parque Nacional Redwood, es el árbol más alto conocido. Su ubicación es secreta, para evitar la presión turística, puesto que son vulnerables a la compactación del suelo.
La secuoya
gigante /Sequoladendron giganteum) General Sherman con sus 1489 m3 de madera es
el árbol más voluminoso conocido. Se encuentra en el Parque Nacional de las
Secuoyas, en California.
En el C.C.
Matilde de la Torre de Cabezón de la Sal se pueden contemplar dos secuoyas
gigantes catalogadas."
Tras esta visita a este parque natural, nos
acercamos a otro, el de Ucieda, para terminar con el reportaje dedicado a
bosques.
En este bonito paraje, le hemos dedicado
especialmente a la "macrofotografía".
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