El día 4 de abril, fuimos hacia la Montaña
Palentina, para ver si podíamos divisar alguna montaña despejada de nubes.
Un cielo oscuro amenaza mal tiempo y mejor ir a
un lugar donde nos acompañase el sol.
Sería en la Montaña Palentina, concretamente la
ruta de los embalses de Fuente Carrionas y llegar al pueblecito de Cardaño de
Abajo. Lugar este conocido por anteriores visitas.
Cuanto ibamos acercándonos, pudimos contemplar
el mítico Pico El Espigüete y qué mejor que llegar hasta este impresionante
macizo.
Al pasar por Vidrieros, vimos que el macizo de
Curavacas, estaba cubierto con nubes y no se dejaba ver.
El día era para tener un único objetivo, el Pico
Espigüete y sobre él dedicamos todas las fotografías que realizamos en ese día.
Este Pico no puede pasar inadvertido, es un
mítico de estas altas montañas palentinas y que tanta gente desea culminar su
cumbre.
Todas mis fotos han tenido como fondo El
Espigüete.
Por primera vez mis amigos me han indicado que
el macizo refleja la silueta de un perro, una curiosidad que desconocía y que
efectivamente no deja de ser noticia.
El Pico Espigüete, de 2.450 m., es una de las
mayores elevaciones de la Montaña Palentina, en las estribaciones de la
Cordillera Cantábrica (Macizo de Fuentes Carrionas) y, a pesar de no ser la de
mayor altitud, es su cima más característica.
Esta situado junto a la localidad de Cardaño de
Abajo, en el término municipal de Velilla del Río Carrión, dentro del Parque
Natural de las Fuentes Carrionas y Fuente Cobre-Montaña Palentina.
Se trata de una enorme mole de piedra caliza de
forma piramidal visible desde gran distancia, debido a su aislamiento de
cualquier otro pico. La cara sur es de suaves relieves y la norte de escabrosas
paredes verticales, y debido a su composición, tiene grandes variaciones en su
apariencia dependiendo de la estación del año y de la iluminación, estando
cubierto de nieve buena parte de la estación invernal, lo que le otorga un gran
valor estético.
Su majestuosa pirámide parece emerger de las aguas del pantano de Camporredondo, teniendo en la base los pequeños pueblos de
Cardaño de Abajo, en la vertiente palentina y Valverde de la Sierra, en la
vertiente leonesa.
El geólogo y naturalista Casiano de Prado,
consta como el primero en ascenderlo, en 1854, y también lo hizo Aymar de
Saint-Saud en 1892, en una de sus visitas a Picos de Europa.
Las incidencias y rescate de montañeros son
constantes a lo largo del invierno, ya que el ascenso por su vertiente noroeste
constituye todo un desafío para los aficionados a la escalada.
La cara norte, y en concreto el espolón norte,
se ha convertido en el particular punto negro de la Cordillera Cantábrica.
Se recomienda en invierno, no ascender su
vertiente norte. No es que sea el pico más difícil , pero su accesibilidad
propicia que casi todos los años existe alguna desgracia.
Otra cosa es la cara sur, menos peligrosa y al alcance
de montañeros preparados y con conocimiento de alta montaña.
Yo tuve la suerte de poder llegar a la cumbre,
por la arista, en la fecha del 11 de junio del 2011.
En la cumbre del Espigüete, 11 de junio del 2011, junto con mis amigos, Alejandro Cobo, Babi y Chuchi Cuartas.
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