Quiero empezar la publicación con estas primeras
fotos que corresponden a los caballitos del diablo, en su momento de
apareamiento.
El Caballito
del diablo, Coenagrion Mercuriale, es una especie de Odonato de la familia
Coenagrionidae de tamaño pequeño entre 20 a 45 mm., con el cuerpo más o menos
fino y abdomen corto. Tiene la cabeza alargada transversalmente y los ojos
separados.
Los
caballitos del diablo, tienen dos pares de alas de tamaño similar, un cuerpo
largo y muy delgado y patas pequeñas. Los caballitos del diablo pueden posarse
en un objeto, pero sus piernas no están hechas para caminar. Los caballitos del
diablo crecen de ninfas que crecen en los árboles o en el agua antes de pasar
por una metamorfosis y transformarse en adultos. Los caballitos del diablo se
alimentan de insectos voladores más pequeños.
Los
caballitos se diferencian de las libélulas comunes por su menor tamaño y sus
ojos más separados, así como por la disposición de sus alas cuando se
encuentran en reposo, ya que estos las pliegan sobre sí, mientras que las
libélulas las dejan extendidas como un helicóptero, al margen de que su vuelo
es menos potente. Sin embargo sus costumbres reproductoras son muy parecidas y
peculiares. Cuando el macho divisa a una posible hembra receptiva, se acerca a
ella y la sujeta por la nuca con unos apéndices especiales que tiene al final
de su abdomen. A veces, el excitado caballito en su ciego fervor, por
equivocación o quién sabe si por aquello de toque exótico, sujeta a un hembra
de otra raza, ante lo cual el galán sólo se llevará un desengaño amoroso. Pero
cuando no hay equivocación y es aceptado, la pareja queda materialmente
encadenada. Llegado el momento, la hembra dobla totalmente su abdomen hasta
llevarlo al órgano sexual del macho, situado en la parte inferior del segundo
segmento abdominal (detrás de las patas), quedando encadenados en una especie
de eslabón, pero antes de consumar el acto el macho se asegurará de limpiar el
esperma de un posible compañero anterior. Después volverán a la configuración
en cadena. Los caballitos pueden permanecer encadenados incluso hasta la puesta
de huevos, desplazándose por el aire en esta formación dual, de esta forma el
macho se asegura la "fidelidad" de su pareja.
El
apareamiento se produce de una forma muy curiosa. El macho tiene unas pinzas
especiales justo al final del abdomen, con las cuales sujeta a la hembra por
parte posterior de su cabeza, y así agarrados continuarán durante todo el
proceso. La hembra acerca su genitales, situados también al final del abdomen,
a la "genitalita secundaria" del macho, en la base de su abdomen, de
donde la hembra recoge el esperma. Esto sucede así tanto en las libélulas como
en los caballitos del diablo.
Una vez
concluido el proceso, llega el delicado momento para la hembra de poner los
huevos, lo que suele suceder en el agua, aunque algunas también los ponen sobre
la vegetación. En muchas especies el macho continúa enganchado a la hembra
durante todo el proceso (formando los llamados "tándems") con objeto
de vigilar que ningún otro macho trate de interrumpir su labor. Estos tándems
pueden incluso volar enganchados y poner los huevos desde el aire.
Suelen
habitar preferentemente en cursos de agua de pequeñas dimensiones, soleados y
con vegetación emergente bien desarrollada, riachuelos poco caudalosos, arroyos
o canales de riesgo entre prados o campos de cultivo a veces con escaso caudal.
En esta zona humedal de la cantera de Cuchía, además
de las distintas libélulas, están los
caballitos del diablo (insectos Odonatos), que vuelan en los márgenes de las
charchas posándose en la vegetación palustre.
En esta visita, nos hemos dedicado a fotografiar a
la especie "Coenagrion Mercuriale", y hemos podido observar el
apareamiento de algunas de ellas, incluso hemos llegado a captar el momento en el
que el macho fecundaba a la hembra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario