El
día 13 estuvimos en el Parque de la Naturaleza de Cabárceno, una vez pasado los
días de Semana Santa, para movernos más cómodamente por el interior del parque
y no vernos agobiados con el gentío de visitantes que recibieron en esos días.
Visitar
el Parque nos pueden sorprender con alguna novedad, como en esta ocasión
encontrarnos con nuevos inquilinos.
Un
pequeño o pequeña addax entre el grupo de estos animales.
El
addax es un animal adaptado a vivir en el ambiente tórrido y seco del Sáhara,
entre llanuras pedregosas y las arenas del desierto, siendo quizá el antílope
que precisa una menor cantidad de agua para sobrevivir. Para desplazarse por
estos terrenos, poseen unas pezuñas muy anchas que evitan que se hundan.
En
este hábitat tan inhóspito, la vegetación es escasa, de ahí que deban hacer
grandes migraciones en busca de alimento.
De
todos los herbívoros africanos, esta especie es la que está en mayor peligro de
extinción.
En
Cabárceno, se encuentran muy cómodos sin tener que hacer grandes desplazamientos
y con el alimento cerca.
Este
nacimiento no es el primero de esta especie en el Parque, ya ha habido otros
nacimientos.
A
lado se encuentra los camellos, que también hace unos días han tenido una
pequeña y que ya la vemos en familia.
El
nacimiento de la camella, la segunda que ve la luz en el parque y una de las
pocas nacidas en zoológicos, tiene gran trascendencia dado que se trata de una
especie en grave peligro de extinción con apenas mil ejemplares en el mundo.
Esta
cría hembra de camello bactriano, nació en el Parque el pasado 13 de marzo.
Se
trata del segundo nacimiento de esta especie en la instalación cántabra y uno
de los pocos que se producen en los zoológicos en España.
La
pequeña camella, pesó al nacer 52 kilos y su madre se encuentran en perfecto
estado de salud. El parto se produjo con normalidad y la integración del
pequeño con la familia de camellos bactrianos también transcurre sin
incidencias, si bien, el padre rechazó a su cría durante los primeros días.
El
equipo veterinario del Parque de la Naturaleza de Cabárceno ha observado, entre
las peculiaridades de estas dos primeras semanas de convivencia, la llamativa
forma de comunicarse que la cría está teniendo con su madre a través de fuertes
silbidos, pero todo transcurre con normalidad.
El
nacimiento de la camella vuelve a marcar un hito en los programas de
reproducción del parque cántabro, ya que no es habitual asistir a nacimientos
de camellos bactrianos en cautividad y, además, suponen un motivo de satisfacción
dado el escaso número de ejemplares que viven en el mundo en libertad, menos de
1.000 individuos.
Con
su nacimiento, ya son cuatro los camellos de esta especie que viven en las
instalaciones de Cabárceno. Los cuatro de la misma familia. El macho adulto
(Macandulio) y la hembra de 14 años (Anastasia) y sus dos crías (Dakota, de dos
años, y la cría recién nacida.)
Las
camellas bactrianas paren una única cría tras una gestación de entre 12 y 14
meses. Son animales muy grandes. Los machos miden más de dos metros y llegan a
pesar casi una tonelada. La esperanza de vida de la especie es de más de 50 años y
se alimentan exclusivamente de hierbas y brotes de arbustos.
Se
trata de animales bastante pacíficos y muy llamativos, por lo característico de
sus dos jorobas, distinguiéndose así de los dromedarios que solo tienen una.
La
especie es originaria de los desiertos de Estados Unidos, desde donde emigraron
a Asia (desiertos rocosos de Mongolia y China), hace 4 millones de años,
adaptándose perfectamente a estas áridas regiones, donde la temperatura en
verano es superior a los 50º C y en invierno pueden bajar hasta los 30º C bajo
cero. Por ello tienen un pelaje lanudo y grueso que les protege en invierno y
que se cae conforme pasan las estaciones y suben las temperaturas.
Pueden
conservar líquidos y permanecer largos periodos sin beber gracias a la grasa
acumulada en sus jorobas. En invierno las plantas son suficientes para que
puedan sustentarse sin agua durante varias semanas. Cuando encuentran agua
abundante, pueden beber más de 100 litros de una sola vez.
Su
tupido manto de pelo les ayuda a pasar el invierno y al llegar la primavera
mudan el pelo y todo ese manto se cae, dejando una capa de pelo muy corta que
es muy cómoda para los calurosos veranos en el desierto.
De
esta especie, el Camello Bactriano, son los que actualmente sobrevive en su
estado natural.
Es
uno de los mamíferos mejor adaptados a climas extremos. Soportan grandes
cambios de temperatura.
En
nuestras visitas siempre nos acercamos a estos animales, que los encontramos
feos pero simpáticos y admiten tocarles.
Este
día no podía faltar la visita a los elefantes. Estos animales son los mayores
mamíferos terrestres, viven en una sociedad matriarcal de estructura muy
compleja dirigida siempre por la hembra más vieja. Se desplazan siempre en fila
india siguiendo un orden jerárquico.
Se
comunican a través de diferentes tipos de señales, algunas imperceptibles para
el hombre por tratarse de sonidos de baja frecuencia. Los colmillos les aparecerán
a los dos años y nunca les dejaran de
crecer. El desgaste de estos nos indica si el individuo es diestro o zurdo, si
el más desgastado es el izquierdo, el animal es zurdo.
El
grupo de elefantes de Cabárceno vive en unas de las mejores y mayores
instalaciones que hay en cautividad en el mundo. Tiene 25 hectáreas.
Es
una maravilla contemplar a estos animales en su territorio y la manada de búfalos
que se mueven junto a ellos.
Ha
sido un día que hemos aprovechado para practicar la fotografía
"macro". Para ello, mi amigo Felipe ha venido con su "macro"
para hacer pruebas.
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