Otra
nueva excursión fotográfica con destino al pueblo de Aguilar de Campoo.
Ha
sido el 19 de agosto y preparada por nuestro amigo Nacho, quien mejor conoce
los alrededores de nuestros vecinos palentinos.
El
objetivo era los campos de girasoles que por estas fechas se encuentran en su esplendor.
La
primera parada fue aparcar en uno de estos campos, para hacer ya las primeras
fotos.
Son
fechas que los campos de Castilla se tiñen de amarillo con el girasol.
Esta
planta que cautivó con su belleza a los españoles que la descubrieron en
Sudamérica, a Vicent Van Gogh y a todos que recorren las tierras de Valladolid,
Palencia y León.
Estoy
de viaje por esta Tierra de Campos quemada por el sol del estío. Después de la
siega aparecen zonas intensas de cultivo de girasol que brillan de tal manera
que me atraen cual sirenas homéricas. Desde la carretera no es que se vean, se
imponen con elegancia y dulce altivez y es imposible resistirse a ellos. Uno se
ve impelido a salir de la autopista y a buscar alguna pequeña carretera que nos
lleve a ellos. No son campos de un suave y melancólico color dorado que a veces
adopta, en determinados lugares y épocas del año, la Castilla del cereal
(" Castilla fue siempre, por la Virgen de Agosto, una extensa e inconsútil
lámina amarilla -de un amarillo desgastado y polvoriento- de matizadas
gradaciones, apenas quebrada, en lontananza, por la línea gris-azulada de las
colinas", escribía Miguel Delibes a finales de los ochenta), sino que
crean un sorprendente y fresco impacto del color amarillo más brillante y
cálido que la naturaleza ha sido capaz de crear.
Hay
una frase: "Como sabes, el girasol me pertenece de alguna manera", de
Van Gogh.
La
segunda, fue visitar el castillo de Aguilar de Campoo y concretamente el templo
de Santa Cecilia, original y de gran belleza, con torre románica del siglo XII.
En su interior se conservan primorosos capiteles iconográficos.
Se
encuentra situada en la falda de la Peña Aguilón, al pie del Castillo, fue
declarada Monumento Provincial Histórico Artístico en el año 1963.
Se
compone de tres naves, una central y dos laterales y es considerada la primera
iglesia románica palentina de tres naves cubiertas con techo de madera. El
elemento más llamativo y característico de su aspecto, es su torre prismática,
a la que se tiene acceso desde una escalera interior.
La
fase de construcción más antigua del templo, data del siglo XII y de ella solo
se conserva la torre y el presbiterio central. En el siglo XIII fue ampliada a
tres naves, forma que se conserva actualmente. La última fase construcción,
hecha en los siglo XVI-XVIII, fue en la que se reedificó el ábside central
actual.
En
los años 60, se realiza la última restauración del templo, fecha en que la que
también se arregló todo el entorno del edificio.
La
estructura de la iglesia de Santa Cecilia, levantada en arenisca (excepto la
cabecera, que es de sillarejo), es de tres naves, cada una de tres tramos,
diferenciadas por arquerías apuntadas; la cabecera es rectangular y el ábside de
la nave central es el de mayor tamaño; el de la nave del evangelio es pequeño,
trapezoidal, mientras que el de la nave de la epístola se levanta sobre el
cuerpo inferior de la torre. La nave central presenta techumbre de madera. El
ábside, de construcción postmedieval, sustituye al originario semicircular
románico, pero conserva el arco medio punto que en el exterior se muestra como
dos contrafuertes angulares.
En
el exterior la torre es el elemento más llamativo de la iglesia. Es de planta
cuadrada y se articula con impostas con molduras en los tres cuerpos que
presenta.
La
torre data de finales del Siglo XII, al igual que el presbiterio del ábside
central, ambos correspondientes a la fase más antigua de la construcción de la
iglesia.
En
la fachada sur se abre la portada, avanzada y cubierta por un tejaroz con
canecillos, la cual, salvo la parte superior, correspondería al siglo XIII. Es
apuntada, con cuatro arquivoltas que descansan sobre ocho columnas acodilladas,
apoyadas en basas bastante simples. Los capiteles están decorados con motivos
vegetales. Esta aparente simpleza de los capiteles de la portada constrasta con
la magnífica decoración del interior.
En
el interior la figuración es interesante no sólo por la iconografía
representada sino por la espléndida calidad de las tallas, realizadas por
maestros escultores. Casi todos los capiteles presentan escenas agrupadas de
tres en tres. En uno aparece el Sacrificio de Isaac, la Venta de José y lucha
de guerreros. En otro un animal diabólico acosando a un personaje, guerreros en
fila y lucha de guerrero con cuadrúpelo. Sin embargo, el capitel más
interesante de toda la iglesia y sin duda uno de los mejores románico
castellano corresponde a la escena de la Matanza de los Inocentes; este capitel
muestra, en una única escena, a Herodes rodeado por soldados vestidos con cota
de malla durante la matanza de los niños; tras los soldados aparecen madres
llorando y con las manos en los oídos para no escuchar los lamentos; es posible
que el maestro de la Matanza de los Inocentes haya realizado alguno de los
capiteles del claustro del Convento de Santa Maria la Real de Aguilar de
Campoo. Otro capitel muestra un animal fantástico que aparece alanceado por un
caballero armado a pie y con escudo.
Es
de destacar la pila de bautizar del siglo XII, además de existir otra pila de
un siglo posterior.
La
tercera visita, fue al paraje de Las Tuerces, situado en una meseta caliza
donde la erosión ha dado lugar a formas caprichosas y retorcidas que inspiran
nuestra imaginación y nos invitan a perdernos entre sus callejones horadados en
la roca.
Para
llegar a este sitio, tuvimos que recorrer por encima del manantial, ascendiendo
por la empinada senda que nos adentra en la misma meseta. Únicamente accesible
para vehículos todo-terreno.
En
la primera parada, pudimos contemplar las maravillosas vistas que teníamos a
nuestro alcance; al fondo divisamos el Espigüete y el Curavacas de la Montaña
Palentina y también se domina el valle de Aguilar.
Siguiendo
más arriba y hasta donde el vehículo pudiera llegar, nos adentramos por los
callejones labrados en la roca y terminamos en la explanada de Peña Mesa, el
lugar más representativo de este lugar y uno de los más espectaculares que podíamos
encontrarnos.
Las
Tuerces configuran un peculiar enclave paisajístico, resultado de los activos
procesos de disolución llevados a cabo por la erosión de origen kárstico en las
rocas calizas del Cretácico Superior.
Esta
erosión ha dado lugar al magnifico "Cañón de la Horadada" conocido
como el "Colorado español", que se puede observar perfectamente desde
el Monte Cildá.
Se
encuentran situadas en las estribaciones más occidentales de los Páramos de la
Lora, en la zona de contacto entre los relieves de la Cordillera Cantábrica y
los materiales sedimentarios de la Cuenca del Duero.
Las
Tuerces forman un auténtico laberinto en el que se alternan grandes bloques de
formas caprichosas.
Gigantescas
setas pétreas, puentes y arcos naturales, cerrados callejones y umbrías
covachuelas dan lugar a un encantado paisaje que invita al tranquilo paseo y a
la contemplación.
Este
espacio natural esta Declarado Lugar de Interés Cultural.
Tras
un día fantástico, del que hemos disfrutado muchísimo, que mejor, terminarlo
con una buena comida.
Dejándonos
guiar por nuestro amigo Nacho, conocedor de estos lugares, de las rutas y de su
gastronomía, nos llevó al pueblo de Villallano.
En
este pueblecito de pocas casas, pocos habitantes y mucho silencio, se encuentra
el restaurante Ticiano.
Entramos
sorprendidos en el restaurante, por su elegancia interior y la atención que
tuvieron en recibirnos.
Este
restaurante tiene mención en la Guía Michelin de los años 2.011, 2.012 y 2.013.
Fue
una excelente comida. Salimos muy contentos y tomando nota en nuestras agendas
de este restaurante.
En
esta ocasión, aprovechamos para celebrar el cumpleaños de Felipe, quien nos
dijo que había cumplido unos "Taitantos"...... años.
La
ruta que hemos realizado no figura en la "Guía Turística" de
Palencia. Esta, ha sido diseñada personalmente por Nacho, donde se extiende a
la naturaleza, paisaje, botánica y gastronomía.
Personalmente
me ha impresionado mucho conocer estos lugares , donde he conseguido bonitas y
espectaculares fotos.
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