El 29 de
mayo, me fui al Parque de Cabárceno, con un objetivo, poder ver y conseguir
fotos de los oseznos con sus osas.
Por estas
fechas y en todos los años, existen unas cuantas osas con sus crías y
verdaderamente es un espectáculo verlas por el recinto.
Esta vez, he
tenido suerte, he podido ver cuatro, con sus crías, alguna con hasta cuatro
crías.
Aprovechando
el lugar de estos mamíferos, también se puede fotografiar otros bonitos
momentos de los que ofrecen estos animales tan llamativos.
No es de
extrañar que los visitantes al Parque se sorprenda con el lugar y ver tantos
osos y osas juntas.
Un momento
para verles, es la de la comida, que bajan de sus guaridas para comer y
disputarse el "menú", que corresponde a barras de pan.
El recinto
de los osos de Cabárceno, es el más extenso del Parque y espectacular, con
laderas escarpadas y formaciones rocosas de color arcilloso, dado que era
antiguamente un espacio mineral, donde ya se ha instalado el verde en el terreno.
Lo más que
sorprende, son los riscos de piedra que hace imposible escalar, excepto para
estos mamíferos.
En ellos se
encuentran las oquedades donde guarecerse, de recovecos en los que escavar
madrigueras y de cuevas en los que hibernan.
Los animales
desarrollan comportamientos propios de la vida salvaje, pero con diferencias
esenciales, por un lado, tienen la comida garantizada y otro, la densidad de
población es mucho más elevada, hace tiempo llegaron a contar hasta 80 plantígrados.
La vida en
el área de los osos del parque se vuelve muy tensa en época de celo. Los machos
tienen mucha más candidatas con las que aparearse, sin necesidad de recorrer kilómetros
para encontrarlas, pero también hay muchos más rivales dispuestos a disputárselas.
Las peleas son frecuentes.
Los osos
adultos tienden a matar a las crías que no reconocen como propias. Uno de los
motivos es que las hembras que ya no tienen que amamantar cachorros vuelven a
entrar en celo. Pero ellos buscan también por instinto que prevalezca su línea genética
frente otras. Como mecanismos de defensa, las osas procuran ser montadas por el
mayor número de pretendientes. Con su premiscuidad protegen a sus futuros
hijos, ya que cada macho cree ser el padre de los oseznos de las hembras con las
que ha copulado.
Las osas de
Cabárceno con mayor instinto maternal han desarrollado una estrategia conjunta
para defensa a sus retoños; forman guarderías. Son hembras que se asocian y
cuidan juntas a los oseznos, que se crían como hermanos y permanecen en grupo
cuando se destetan, lo que incrementa sus posibilidades de eludir los ataques
en un medio hostil.
Es
interesante conocer como una madre enseña a trepar a las rocas más altas y
puntiagudas para ponerse a salvo y así mantenerse alejada de cualquier macho.
Ellas intentan
siempre garantizar la supervivencia de sus crías.
Estas busca
también un lugar apartado para poder amamantar a sus oseznos.
A pesar del
elevado número de osos y osas de Cabárceno, muchas ya tienen su nombre e
incluso algunos cuidadores ya los reconoce por ellos.
Como tenía
poco tiempo, di un recorrido, parándome donde los búfalos cafre y los
guepardos.
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