El 23 de
marzo, se celebró la IX edición de la Vaca Gigante en las Canteras de Cueto.
Fue
inesperado este acontecimiento, que un día antes tomaron la decisión de aprovechar el momento
preciso que la mar ofrece para un evento de estas circunstancias.
Las previsiones
eran buenas, apuntaban a unas condiciones perfectas para poder elegir el día y
la hora de las 14:00 h. cuando la marea y la naturaleza del mar cumpliese con
los pronósticos.
Yo vengo
asistiendo todos los años y este, le consideraba perdido dado las fechas y que
no llegaba el momento, pero inesperadamente me llegó la noticia de un día para
otro.
La cita
arrancó con la fases previas con siete participantes en la primera tanda y
seguida de tres mangas de seis riders cada una.
Este año se
ha podido ver a un rider local quedar campeón, dando un gran espectáculo sobre
la tabla, gracias a su conocimiento de la ola y en una final con olas de más de
seis metros.
La Vaca
Gigante ya se ha convertido en unos de los campeonatos de olas gigantes más
importantes de España.
Un viento de
suroeste, que al principio ropia mucho más de cerca de la orilla, con la
consiguiente peligrosidad que eso implicaba y cuyas olas alcanzaba algo más de
los cuatro metros.
Luego la mar
cambió bruscamente y los surfistas tardaron en crestear las olas, no
encontraban el lugar ni el modo de subirse a ellas.
Al final la
mar se animó y aparecieron olas de más de cinco metros, para disfrutar tanto
los surfistas como los espectadores.
En la
tercera y última manga, justo cuando el suroeste le dio testigo al viento
gallego, más incómodo, frio y molesto para los competidores, redujo las
posibilidades a los surfistas y más aún cuando las olas se acercaban a la playa
y con ello el peligro.
En la manga
final, cuando las olas acompañaron, al estar la mar con la pleamar casi al
límite, la mar ofrecería lo mejor de la tarde y la verdadera Vaca Gigante
apareció más que nunca cuando el campeonato se terminaba, con la victoria del
surfista cántabro Nano Riego.
Ya son
muchos los años, que asisto a este evento deportivo, para disfrutar del entorno
como es la Cantera de Cueto, lugar privilegiado para contemplar grandes olas.
Pero el
objetivo principal, era poder hacer esas fotos tan espectaculares de los
surfistas con las olas.
No es fácil,
por los inconvenientes que existe, hay que reconocer que se necesita objetivos
largos, más bien, larguísimos, al menos de 1.000 mm., o mejor como ese
fotógrafo que lo hace a unos metros de los surfistas debajo de la ola, me
supongo que utilizaría un objetivo corto, con 14-24 mm. suficiente.
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