Desde el 27
de enero, no había vuelto al Parque de Cabárceno y aprovechando el lunes 27 de
febrero, para acercarme y pasarme un día tranquilo y solito.
Pero no fue
así y la sorpresa fue mayúscula, el Parque estaba lleno de visitantes, todos de
la zona del País Vasco que para ellos era fiesta y se presentaron a nuestra
Comunidad para disfrutar del día.
Parecía un
día como lo son los de la Semana Santa, mucha gente y ocupando todas las mesas
de la terraza.
Por ello,
solamente hice unas visitas a los hipopótamos, guepardos, dromedarios,
elefantes y rinocerontes.
Lo primero
al Lago Sexta, para contemplar a los hipopótamos y al ser posible a la madre
con su cría.
A
continuación me acerque al nuevo mirador de los guepardos. Todo a cambiado para
los fotógrafos, ya no podemos tenerles cerca y a nuestra altura. Nos
adaptaremos y buscaremos nuevos enfoques.
Otra obra
terminada, la de los dromedarios, esta no me defrauda, me gusta y los podemos
tenerlos cerca.
Una parada
en el recinto de los elefantes y me encuentro como siempre, a la cría con su
madre, muy cerca.
Al salir ya,
otra parada en donde los rinocerontes, con la obra también terminada, se trata
de un muro de piedras conteniendo a la pared que se venía abajo con peligro de
sepultar a los animales.
En poco
tiempo que estuve en el Parque, pude hacer unas cuantas fotos rápidas como
recuerdo de la visita, nada más.
Volveré
pronto.
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