Art
Blakey
Hace
poco tiempo, un amigo, me recordaba de aquel Festival Internacional de Jazz que
hubo en la Plaza Porticada en el año 1983 y le dije que estuve asistiendo todos
los días a él.
Por
entonces, no era muy aficionado a la música, pero el jazz me encantaba y por
ello no me perdía ninguna actuación.
Fue
el primero que se celebraba en Santander y los organizadores tenían previsto
continuar todos los años, no fue así y se perdió una gran oportunidad para los
aficionados a esta música.
En
Santander ya se tenía antecedentes de la música de jazz, a través del Drink
Club y impulsado por Ramón Calderón.
Este
festival fue uno de los acontecimientos culturales "más importantes que ha
habido en Santander", en las últimas tres décadas.
Hubo
una organización que colaboraron de forma altruista muchos aficionados al jazz
que vieron en esta celebración una oportunidad para entrar en la exitosa red de
festivales jazzísticos del norte de España (Getxo, San Sebastián y Victoria),
referentes culturales.
A
pesar del éxito de la convocatoria internacional que reunió en la carpa de La
Porticada a maestros como "Dollar Brand" (la gran referencia del jazz
africano), Tommy Flanagan (maestro del piano jazz), Art Blakey (uno de los
mejores baterías de todos los tiempos), o el jazzman por excelencia, Chet Baker
(acompañados por Lady Jazz, cuya voz era Inés Fonseca), el Festival no volvió a
repetirse.
También
pasaron por el histórico escenario de la Plaza Porticada, Steve Lacy y Tete
Montoliú, que actuó en la misma jornada que Chet Baker.
La
presencia de mitos como Chet Baker o Art Blakey, fue un lujo para los amantes
de la música.
La
voz de Inés Fonseca será hoy el único testimonio directo de aquella "gran
ocasión" en la que Santander pudo empezar a competir con San Sebastián o
Vitoria, predecesoras en este terreno y cuyos festivales dan cita en la
actualidad a decenas de miles de personas en cada edición y se han constituido
en un polo de atracción a nivel europeo.
Una
jovencísima Inés, con su excelente voz y equilibrado gusto interpretativo,
abrió entonces el festival con Lady Jazz, teloneros de Dollar Brand.
Sin
continuo la Caja Cantabria abriendo a la improvisación del jazz y ofrecía con
regularidad citas con el género en su centro cultural. Fueron durante los años
80 y 90, cuando el jazz le tenía incluido en su programación regular.
Art
Blakey, nacido en Pittsburg el 11 de octubre de 1919, fue un batería
estadounidense de jazz, encuadrado en los estilos de "bop" y
"hard bop".
Lideró
varios grupos, entre los que destacaba el quinteto Jazz Messengers, del que
tomó las riendas durante tres decenios, tras la marcha de Horace Silver,
actuando y grabando bajo el nombre de Art Blakey and The Jazz Messengers. La
formación fue cuna de algunos de los mejores artistas de jazz de la historia y
se convirtió en el autentico estilo "hard bop y funky jazz".
Desde
su primera educación musical fue incorporándose a distintas bandas musicales,
todas dedicadas a la música jazz.
Falleció
el 16 de octubre de 1990, a la edad de 71 años.
Blakey
ejemplificaba como nadie el lenguaje moderno de la percusión en el jazz y
marcará la historia de esta música porque contribuyó a la formación de una
lista interminable de músicos que pasaron por su grupo, The Jazz Messenger.
Su
carrera, densa y fructífera, parecía tener como único objetivo divulgar y hacer
accesible la música que amaba. Tocaba la batería con tanta facilidad que aún podía
sonreír y hacer continuas muecas al público, que, inmediatamente, quedaba
atrapado por su carismática.
Si
en los años 80, me gustaba el jazz, más aún la fotografía y aprovechando las
dos cosas, ahí estuve en la Plaza Porticada.
Antes
no ocurría lo de ahora y poder hacer fotografías dentro de la carpa fue
posible, excepto en los Festivales de la Porticada.
Lo
que no permitía era utilizar flash y por tanto las dificultades eran grandes,
el escenario era obscuro y pocas luces.
Tuve
que utilizar película de diapositiva de bastante ASA.
No hay comentarios:
Publicar un comentario