El día 22 de
agosto 2019, me fui al Parque de Cabarceno, acompañado por mi amigo Manolo, que
decidimos hacerlo a pesar de que preveíamos muchos visitantes y ello tiene sus
consecuencias.
A la entrada
vimos que habíamos acertado, pero no pasaba nada e incluso la taquillera nos
conoció y no tuvimos que identificarnos.
Por el
interior del Parque nos movimos a los recintos que tuviese poca gente y así podríamos
hacer lo que teníamos previsto.
En algunos
recintos que bajamos del coche, vimos que no había nada que hacer, en cuanto a fotografías
y así hasta que llegamos a las cebras que no las habían soltado al exterior.
Luego nos
fuimos a ver a los monos de Gibraltar que conocíamos que algunos tenían crías y
acertamos.
También a
los otros monos, los papiones, que también tiene sus crías nacidas recientes.
Y luego a
los elefantes, que también tienen a sus pequeños y da gusto verles y más aún el pequeño
Toribio, que sigue tan simpático y juguetón.
Por primera
vez, hemos coincidido que uno de los elefantes se haya introducido al lago a
bañarse y para nosotros es una novedad.
Poca cosa,
pero en esta visita, teníamos otro objetivo, hacer fotos en "macro" a
otro tipo de animales, que son pequeños pero nada peligrosos, como las arañas, libélulas,
mariposas y saltamontes.
Pero al
final a la salida del parque, nos encontramos con los rinocerontes que hacía un
tiempo que no les dedicamos a fotografiarles.
Estas fotos,
las voy a presentar en la siguiente publicación.
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