El día 26 de junio, nos fuimos
Babi. Alejandro y yo, a la ruta de Castro Valnera, con el objetivo de hacer
cumbre.
Decidimos hacerlo desde el Puerto
de Lunada, una nueva ruta, pues hasta la fecha siempre la hemos subido desde la
mitad del puerto, por el camino paralelo al riachuelo y pasando por la única
cabaña existente hasta llegar al conocido circo Bernacho y desde aquí al
collado del mismo nombre.
Este nuevo itinerario para
algunos de nosotros, le desconocíamos y como alternativa teníamos la subida al
Pico de la Miel o Pico La Miel.
Pronto iniciamos la excursión
subiendo a este Pico, para tenerle como historial, el descenso de este, fue
algo más complicado de lo que la gente dice, muy vertical y con posibilidades
de caída.
Para subir a él, tuvimos que subir
un desnivel algo considerable y luego el tener que descender de nuevo.
Llegamos al collado El Bernacho y
desde aquí ya sabíamos el camino para subir al Pico Valnera y fuimos cogiendo altura hasta llegar a la
cumbre.
Me sorprendió la cima por los
objetos que existe arriba como señal y no quedar aquel metálico de siempre.
El descenso desde la cumbre fue por
el mismo caminillo y nos quedaba volver a remontar altura hasta el Pico de la
Miel, con un importante desnivel.
Nada más iniciar la subida, me vi
flojo y agotado, más bien me dio la "pájara" como se dice en el argot ciclista.
Momento que decidí no subir, pues
no tenía fuerzas para continuar y con mi amigo Babi, elegimos otra alternativa
más larga y más sencilla, pero era lo mejor para mí y así podría recuperarme
al no ofrecer dificultades de esfuerzo.
Nuestro amigo Alejandro, lo hizo
por donde estaba previsto.
Fue elegir un camino largo que
nos llevó hasta la estación de esquí de Lunada.
Aquí empezó otro problema, nos
encontramos alejados del puerto de Lunada y quedaba bastante para llegar hasta
la carretera y subir por la misma hasta el puerto.
Suerte que tuvimos, nos
encontramos un lugareño de la zona, que nos subió en su propio vehículo hasta
arriba.
Para mí, ha sido un día
complicado y agotador, donde me vi sin fuerzas y con ganas de llegar.
Bien, tienen razón mis amigos,
que no me alimenten y bebí suficiente, lo que me llevó a la conocida "pájara"
deportiva y una "bronca"
Pero también hay que decir, que conseguí
cumbre y todo me paso ya al final de la excursión.
El Pico Valnera o conocido como
Castro Valnera, con 1.718 m. se encuentra en la Cordillera Cantábrica en su
sector oriental. Es una gran mole rocosa que presenta una gran cantidad de
desplomes verticales en su vertiente septentrional.
Desde su cima se divisan, al
oeste y este, los valles espinosiegos de Estacas de Trueba y Lunada, mientras
que al norte, la vertiginosa vista de su cantil, con más de 1.000 m. se
precipita a los valles cántabros de la Vega de Pas y San Roque de Río Miera, con
la bahía de Santander, al fondo.
Se puede divisar el Picón del
Fraile (1.632 m.), conocido también con el nombre de Pico Las Motas, lugar
donde se encuentra el acuartelamiento Aéreo Espinosa de los Monteros-Soba y
Escuadrón de Vigilancia Aérea nº 12 del que depende orgánicamente y
operativamente del Mando Aéreo de Combate (MACOM), a través de la Jefatura del
Sistema de Mando y Control y que fue inaugurado en el año 2001.
Iniciamos la ruta tras dejar el
coche en el mismo puerto de Lunada (1.320 m.), siguiendo una estrecha senda a
la derecha y que bordea el montículo rocoso que oculta la estación del puerto. Con
nieve podría ser complicado.
Fuimos ascendiendo por el primer
zócalo rocoso, la garma de Las Lastrías, hacia el Pico de La Brena (1.395 m.),
donde pudimos contemplar un espectacular vista del mirador del portillo de la
Lunada.
Atravesamos los Altos de las
Corvas (1.564 m.) en dirección al Pico La Miel (1.565 m.), por el caminillo
marcado y que es fácil para llegar al Pico, a pesar de encontrarnos con gran
cantidad de torcas (grietas en el terreno) que es un peligro en tiempo invernal
por la nieve que las cubre y no son visibles.
En el Pico, nos encontramos con
un buzón alpino y de una pequeña escultura de metal que señala estar en la
cumbre.
Desde esta cumbre, es importante
localizar el descenso que hay que hacer, nosotros buscamos el más cómodo, pero
también es algo dificultoso, con mucho desnivel, hasta llegar al collado Bernacho,
siguiendo la senda.
El descenso hay que localizarle y
es por donde nosotros descendimos, no otro que se encuentra más al norte y con
mucha más complicaciones.
Desde el collado Bernacho ya no
existe pérdida y siguiendo el sendero de ascenso pasamos por el Alto de la
Pirulera (1.527 m.) y donde ya divisamos el Castro Valnera.
El camino continuaba ascendiendo
y donde parecía que estamos cerca de la cumbre, no era así, pues nos quedaba
subir y bajar algunos tramos sin esfuerzo alguno.
El último tramo del ascenso a la
cumbre, hay que realizarlo con cuidado, pues en algunos momentos nos tenemos
que ayudar con las manos y precaución al encontrarnos con un cortado muy
vertical.
En la cima nos encontramos con un
vértice geodésico y un buzón alpino, que sustituyen al que existía metálico.
El descenso lo hicimos a través
de un sendero que se va entre brezos caminando por las faldas de las cimas por
las que anteriormente habíamos ascendido y dirigiéndose hacia el borde de un
hayedo que le bordeamos a la derecha para continuar el camino y que nos llevo hasta la estación de esquí de
Lunada.
De esta ruta a Castro Valnera, he
podido conocer tres alternativas por donde yo he subido:
Primera: he subido unas cuantas
veces por el Circo Bernacho, desde la carretera y se trata de una subida de
considerable desnivel, pero sin problemas, solamente se necesita buena
preparación física y ya desde el collado del mismo nombre, quedaría subir la
pendiente de Castro Valnera. Esta ruta en invierno es complicada y seria
peligrosa.
Segunda: Desde la estación de esquí,
por el camino que a la izquierda se encuentra marcado y sin perderle de vista,
dejando a la derecha el hayedo y poco a poco se asciende hasta el collado
Bernacho. Pudiera ser la más cómoda y sin problema alguno.
Tercera. Desde el puerto de
Lunada, con la alternativa de subir al Pico La Miel y continuar hasta Castro
Valnera, se trataría de una excursión fuerte, al encontrarnos con el descenso
desde esa cumbre y que al regreso se tuviese que volver a subir para volver al
puerto.
Quedan otras rutas para Castro
Valnera, que algún día las haremos.
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