El 27 de febrero, volví a
Cabarceno , con mis amigos Manolo y Felipe, para aumentar el número de visitas
al Parque.
Si en mi la última visita, el objetivo
fue los guepardos y los elefantes, en esta ocasión, hicimos un amplio recorrido
por casi todos los recintos.
En uno de ellos, en donde los watusi,
fuimos sorprendidos al coincidir con el nacimiento de un pequeño, hacía una
hora, que se había desprendido de la planceta de su madre y pudimos contemplar
unas escenas emotivas viendo a su madre con el recién nacido, limpiándole y ayudándole
a ponerse en pie.
Fueron minutos gratamente
emocionantes y que no siempre tenemos la suerte de llegar a estos momentos
especiales.
Los watusi, son grandes bóvidos
africanos, están emparentados con nuestras vacas, aunque probablemente estén
más relacionados con el uro salvaje, extinto en Europa desde el siglo XVII y
con los cebúes asiáticos.
Los watusi viven en semilibertad
formando rebaños que son explotados por los nativos para obtener de ellos
leche, carne y cuero. Como ganado, en África son insustituibles, pues los
intentos de aclimatación de especies europeas han fracasado por su incapacidad
de adaptación al clima y enfermedades tropicales.
Su espectacular cornamenta puede
llegar a alcanzar los 2 metros de envergadura, aportando a estos animales una
imagen de poder y fortaleza.
Después estuvimos visitando a los
papiones, con un nuevo "inquilino" de hacia unos días y que la manada
están pendientes de él.
Los papiones de Guinea vive en el
suelo de la sabana africana, aunque se sube a los árboles para dormir. Forman
sociedades complejas y fuertemente jerarquizadas de más de 30 individuos,
llegando en ocasiones a los 150. Su organización social se basa en una red
dominancias: en el puesto más alto se encuentran los machos adultos, que
duermen en las ramas más confortables y con más alimento; seguidos van los
machos inmaduras, que no pueden acercase a las hembras salvo que éstas estén
fuera del periodo de celo; y a continuación las hembras, que ocupan el puesto
más bajo y entre las cuales también una jerarquía muy bien definida.
Los papiones dedican mucho de su
tiempo a despiojarse mutualmente. Estos contactos refuerzan la cohesión social
del grupo, siendo los machos adultos y las hembra con crías quienes más
atención reciben.
Sus enemigos naturales son las
grandes águilas, leopardos, guepardos, leones, hienas, licaones, chacales, etc.
aunque estos primates tienen un sofisticado sistema de defensa basado en la vigilancia
continua.
El papión, en el antiguo Egipto,
era considerado un animal sagrado, y como tal fue profusamente representado y
momificado.
Aunque esta especie sigue siendo
abundante en libertad, la continua transformación de sus hábitats naturales
para alimentar a una población humana siempre creciente empieza a causarles
problemas de supervivencia.
Nos alegramos cuando visitamos el
Parque, de encontrarnos nuevos "inquilinos" esto hace que el Parque
aumenten el número de animales , da mucha alegría y más aún conseguir fotos de
sus primeros días.
En los elefantes, observamos que
siguen con sus diabluras los pequeños elefantitos, solo queda por incorporarse
al grupo uno de ellos, que le hemos visto muy recuperado y deseoso de convivir
con los otros.
Del otro pequeño, nos preocupa,
sigue sin crecer y alimentándose a biberón, va a tardar en salir de la
situación.
De los animales restantes, de
momento, tenemos a los hipopótamos sin poder hacerles fotos, por estar
prohibido el acercamiento a ellos y de las jirafas sin noticias.
Este mes de marzo, nos queda por
renovar las tarjetas.
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