El domingo
25, el mal tiempo impidió salir el paso "La entrada en Jerusalén"
conocido como la "La borriquita" y el desfile procesional por las
calles céntricas de la ciudad.
Esta
procesión entrañable, en la que participan numerosos niños(as) se quedo en un
pequeño desfile por el claustro de la Catedral.
Lo que si
se celebró fue la solemnidad de la misa religiosa oficiada por el señor Obispo.
Era de
prevenir que las circunstancias del tiempo iba hacer protagonista de esta
procesión y que después de muchos años, quedaría suspendida.
Las
cofradías se concentraron todas en la Catedral y las palmas de los nazarenos fueron
bendecidas por el Obispo, que procedieron a entrar en el interior por orden de
más joven a más veterana: La Salud, El Amor, La Oración, La Paloma, La Pasión,
El Santo Entierro, La Agonía, La Esperanza, La Inmaculada, La Merced, Los
Dolores y El Descendimiento.
La
celebración estuvo amenizadas por la Banda Municipal de Música de Santander,
que interpretó varias marchas procesionales y las bandas de La Merced, La
Amargura y Los Dolores, que tocaron a la entrada.
Por la
tarde, salió la nueva procesión de niños, organizada por la Archicofradía de "La Pasión", por los alrededores
de la Plaza Porticada y la calle Juan de Herrera.
Ha sido
bonita la iniciativa de esta Cofradía, el poder sacar como novedad una
procesión portada por pequeños cofrades, un paso en miniatura recreando un cortejo procesional de forma ingenua pero sin
perder un ápice de Fe ni de sentido.
Mi
felicitación para ellos y que continúen así los próximos años.
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