En los días anteriores a la festividad de Todos
los Santos, nos hemos encontrado en Santander, con una niebla densa que ha
transformado a la ciudad en un fantasma.
Los amantes de la fotografía han recorrido todos
los lugares para conseguir las fotos más
sorprendentes
Yo no podía ser menos y también he dedicado unas
horas en compañía de Diego, para practicar y aprender de mi hijo, un
profesional de la fotografía.
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