Marismas de Alday
ARAÑA CESTERA (Argiope bruennichi) con sus presas
El 30 de agosto, estuvimos en Las Marismas de Alday, con
el fin de conocer esta zona que se encuentra muy cerca de Santander.
La Marismas de Alday es el vestigio de lo que un día fue
una gran marisma. En la actualidad se encuentra en un área muy antropizada,
rodeada por infraestructuras como autovías, líneas de ferrocarril y un centro
comercial. La vía de Feve cruza las marismas partiéndolas en dos: la zona salada
y la zona dulce.
Esta reserva se gestiona a través de un acuerdo con el
Ayuntamiento de Camargo, el Ayuntamiento de Santander y una concesión de la Demarcación
de Costas de Cantabria y principalmente por la Fundación Naturaleza y Hombre.
En el aparcamiento del centro comercial de Valle Real,
se encuentra la caseta de la Naturaleza de la Fundación Naturaleza y Hombre.
A pesar de la humanización de la zona, la Marismas de
Alday tiene un gran interés ornitológico y ambiental, siendo el hábitat de
numerosas aves acuáticas y lugar de estancia temporal y refugio de otras muchas
durante las migraciones que se producen cada año.
Constituye una llanura intermareal en la que en otro
tiempo se mezclaban las aguas de la ría de Raos y el canal de Alday con las del
Mar Cantábrico, actualmente solo la zona salada posee influencias mareales. Las
especies vegetales más habituales son los juncos, carrizos y espadañas. En los
bordes de los senderos, aparecen especies vegetales también asociadas a zona
húmedas, o bosques de ribera como avellanos, sauces, abedules o fresnos. Cabe
destacar las zonas dañadas por especies invasoras como el plumero (cortaderia
selloana) y la chilca (baccharis halimifolia) sobre las que se trabaja
frecuentemente para su eliminación.
Durante estos últimos años, han trabajado en la
recuperación de gran parte de las marismas que, debido a su situación en un
entorno muy urbanizado, se encontraban muy deterioradas. Gracias al buen manejo
y la aplicación de medidas correctoras, en la actualidad Las Marismas juegan un
importante papel para la avifauna, complementario de las zonas marismeñas del
litoral cantábrico.
Alday constituye una importante parada en la ruta
migratoria de múltiples especies de anátidas, ardeidas, limicolas y rapaces.
Su mayor riqueza aparece durante el invierno, donde es
fácil observar gran cantidad de especies migratorias. Durante el verano se
observan las aves nidificantes y algunas sedentarias, como son, las garzas, el
cormorán, el andarríos chico, los chorlitejos, los ánades, etc.
Esta reserva cuenta con tres observatorios y un mirador
que facilitan la observación de las aves de la marisma, además existe una
amplia red de sendas que conecta los diferentes puntos de observación.
Las Marismas de Alday, es hoy uno de los últimos oasis
de biodiversidad latentes en el entorno de la Bahía de Santander. En sus 75
hectáreas de lagunas y praderías convive, una gran diversidad de especies de
aves. Siendo el aguilucho lagunero, las garzas real e imperial, los ánades real
y rabudo, la cigüeñuela o la cerceta carretona algunas de las más destacadas.
A través de la actividad el visitante tendrá la
oportunidad de realizar un itinerario ornitológico, en el que aprenderá, con la
ayuda del material necesario (guía didáctica y prismáticos) a identificar las
distintas aves que habitan el lugar. Al tiempo que descubrirá la importancia de
los ecosistemas de marismas.
El recorrido discurrirá por las sendas terrestres y
pasarelas flotantes con las que cuenta la marisma. Realizando paradas
estratégicas en los observatorios, miradores y paneles que salpican el humedal.
Nuestra visita fue llegar al aparcamiento del Centro
Comercial Valle Real y junto a la caseta de la Naturaleza de Alday donde se
encuentra el Centro de Interpretación, iniciamos el paseo por las marismas.
Nada más entrar nos encontramos con la charca salada
donde habitan numerosas aves, por estas fechas, son pocas y hay que esperar al
invierno. Este camino es llano, de grava y senderos sobre hierba.
El camino está vallado y vigilado.
Dando la vuelta a la charca y a la izquierda nos encontramos con unos
puentes que termina en la parte del centro comercial, más bien, en una pista
hoy en obras para un carril-bici.
Siguiendo la senda de la derecha, entre vegetación
propia de las marismas, damos con otra salida ,pronto nos encontramos con el
paso elevado por encima de las vías de FEVE que nos lleva a la otra parte de
las marismas de agua dulce.
Esta nueva zona
la recorremos por la senda interior con bastante vegetación.
Ha sido interesante conocer estas nuevas marismas
desconocidas por nosotros.
Pero lo importante, era conseguir nuestro objetivo. Teníamos
referencias del grupo " Fundación Naturaleza y Hombre" nos habían
informado que nos podíamos encontrar con algunas libélulas y así ha sido, con unas
cuantas y otros insectos inesperados.
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