El día 21
de este mes, hemos ido al Parque de la Naturaleza de Cabárceno, con unos
objetivos concretos.
Primeramente
visitar al Director del Parque, señor Otí, quien nos recibió inmediatamente y
por ello se lo agradecemos.
Después
visitar a los nuevos inquilinos, el elefantito y el bebe hipopótamo, para saber
cómo se encuentran ambos.
Del
primero decir que sigue protegido y con los
"mimos" de sus cuidadores, al segundo, no le vimos, al seguir
protegido por su mama y hasta la caída de la tarde, no se le pudo ver.
Por el
Parque, sí había, muchas obras, tanto las del teleférico, como otras del propio
parque, además de estar el restaurante
en reformas.
De los
animales, poco hemos podido conseguir, parecía que era el día del descanso.
Sí hemos
podido comprobar que una hembra elefante se encontraba en celo y uno de los
machos intentaba cubrirla sin conseguirlo, no era su día, pero este asunto lo resolverá
el macho Jums, que como bien nos dijo la
cuidadora, no fallará cuando llegue el momento.
Cuando una
elefanta entra en celo, está lista para
aparearse. En su madurez sexual, aproximadamente a los 12 años, las elefantas
pueden entrar en celo 4 veces al año a menos que estén amamantando o criando.
Cuando una elefanta está en celo, libera feromonas que atraen a los elefantes.
También emiten sonidos fuertes de apareamiento para llamar a los machos y
hacerles saber que están listas para aparearse. Los elefantes responden a las
llamadas y al rastro de feromonas. Los elefantes entran anualmente, durante un
par de meses, en un periodo de frenesí sexual de altos niveles de testosterona.
En este período pueden ser agresivos y dominantes sobre los otros machos.
Cuando los elefantes están en este frenesí, excretan orina que contiene feromonas
que permite a las elefantas saber que están en este período.
Cuando un
elefante encuentra a una elefanta en celo, toca con su trompa la vagina de la
hembra para obtener una muestra de su orina. Se coloca la muestra de orina en
la boca para evaluar si está realmente en celo. Si la elefanta está en celo y
aceptando al macho, le permitirá probar una muestra de su orina. Una vez que
los elefantes se ponen de acuerdo para aparearse, dejan a los demás y se van
solos.
El pene
del macho es espinado, contiene más de 100 pequeñas púas, cada una de un milímetro
de largo, compuestas por queratina. Luego de la penetración, al retirar el
pene, estas espinas raspan las paredes de la vagina de la hembra, eliminando
cualquier esperma de apareamientos anteriores e induciendo la ovulación.
Pero sí hemos tenido la suerte de encontrarnos con Marina Cano, una fotógrafa de la
naturaleza, quien siempre tiene algo que
contarnos.
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