El
15 de abril, se celebró la procesión del ENCUENTRO, organizada por las
cofradías de La Inmaculada y La Pasión.
La
cofradía de La Inmaculada sale de la iglesia del Carmen (Carmelitas)
recorriendo las calles del Sol, San Simón, Santa Lucía, Arrabal, Plaza del
Príncipe, Plaza Porticada y llega a Juan de Herrera.
Esta
cofradía pertenece a la Real Hermandad y Cofradía de Nazarenos de la Inmaculada
Concepción de la Santísima Virgen María y San Luis Gonzaga. Fue fundada en
abril de 1.944.
Su
sede canónica es la parroquia de Nuestra Señora del Carmen y Santa Teresa.
Tiene
como emblema: El propio de las congregaciones marianas rematado con corona
real. Su hábito: Túnica, capa, calcetines y guantes blancos, cubrerrostro y
cíngulo azul celeste.
Esta
cofradía data de 1.944, con diversas sedes canónicas. En 1.944 hasta 1.975,
estuvieron en la Iglesia del Sagrado Corazón, de 1.976 a 1.979, en la parroquia
de Santa Lucía y desde 1.979, en la sede actual de la parroquia del Carmen
(Santa Teresa). Integrada en un principio por congregantes marianos, principalmente
Luises.
Llevan
el paso del Señor de la Misericordia, siendo su autor: José Reixa (1.924.1.925)
El
primitivo "Cristo de la Cruz a cuestas" fue tallado por el escultor
Juan de Palazuelos Herrera, de Camargo, para la Santanderina Cofradía de la
Vera Cruz en 1.626. En 1.911 fue sustituido por uno nuevo, magnífico, de Lorenzo
Coullaut Valera, al que destruyó el fuego de San Francisco en 1.920, obra que
había sido contratada por la Orden Tercera, la misma que encargó el actual,
cuyo costo pagó una donante anónima. Es de vestir y se cubre con riquísima
túnica de terciopelo morado bordada en oro. Bellísimo y patético rostro,
excelentemente tallado, así como las manos. Popularmente conocido por
"Cristo de las Melenas", al ostentar peluca de cabello natural. Desde
1.996 el trono de esta imagen se complementa el día de Viernes Santo con la
efigie de una Dolorosa de vestir, donada por una comunidad religiosa de Madrid,
que antaño desfilaba en las procesiones de la capital. Unidas ambas esculturas,
constituyen el paso conocido como "El Encuentro".
La
cofradía La Pasión parte de la iglesia de San Miguel (Pasionistas) y recorre
Nicolás Salmerón, Madrid, Rodriguez, Cádiz, Isabel II y Juan de Herrera.
Esta
cofradía pertenece a la Archicofradía de la Santísima Cruz y Pasión de Nuestro
Señor Jesucristo. Sección de Nazarenos del Santísimo Cristo de la Buena muerte
y de Nuestra Señora de la Amargura.
Fue
fundada como Orden Tercera Pasionista en 1.903. La sección de nazarenos, como
hábito propio, desde 1.947.
Su
sede canónica es la parroquia de San Miguel y Santa Gema (Pasionistas)
Tiene
como emblema: Cruz potenzada y en su centro el escudo de la Orden Pasionista.
Su
hábito: Túnica, capa, guantes y calcetines morados, escapulario, cubrerrostro y
cíngulo blancos, zapatos negros.
Su
paso es la Virgen de la Amargura. Autor: desconocido (1.909)
En
1.909 se bendijo la Virgen que debía acompañar al Cristo descendido en su
recorrido por las calles del barrio regentado por los Padres Pasionistas,
entonces llamado "de Maliaño". Denominada Dolorosa, Dolorosa Marinera,
Soledad y hoy Amargura, es copia de una Dolorosa del celebérrimo Francisco
Salcillo Alcaraz. Esta imagen se salvó de su destrucción en 1.936, gracias al
cobijo y la ocultación de un vecino de la calle Madrid, según cuentan las
crónicas. Muy hermosas sus dos coronas (la plateada y la dorada) y el suntuoso
manto negro, bordado por las Madres Adoratrices de Santander en 1.959-60. En
2.003, al cumplir 100 años esta Cofradía, se realizó otro bello manto del color
del hábito de la Hermandad de nazarenos (morado), obra de las monjas
Pasionistas de Oviedo. La magnífica carroza, de plata labrada y faroles a
juego, fue diseñada por el escultor Mariano Rubio Jiménez para la Cofradía de
la Pasión de Madrid, y realizada en los Talleres de Santa Rufina de dicha
ciudad (1.964-65). Llegó a la nuestra en 1.975.
El
Encuentro de ambos "pasos" se congregan en la calle Juan de
Herrera, enfrente de la parroquia de la Anunciación, con predicación por M.I.
Sr. don José Vicente Pérez Ortiz y canto de la Salve.
En
esta procesión, he acompañado en su recorrido, al "Cristo de la
Misericordia", desde su salida de la iglesia del Carmen hasta Juan de
Herrera.
En
Juan de Herrera, ante los numerosos fieles que se encontraban, me he tenido que
buscar influencias para situarme en un lugar privilegiado, sin hacer uso de ninguna
acreditación como mi amigo Enrique Curto.
Es
una procesión emotiva y con mucha devoción por parte de los santanderinos, que
no faltan al encuentro de estas dos imágenes religiosas.
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