Desde
hace días venimos sufriendo un fuerte temporal, pero lo del domingo de
madrugada, fue según los testigos, un "tsunami" arrasando el litoral Cantábrico.
Fue
una de las mareas más fuerte del año con olas que llegaron a superar los 15
metros de altura -a 22 millas de cabo mayor-
En
Santander, las playas del Sardinero y sus alrededores sufrieron un severo
castigo de la mar embravecida.
Tenemos
que reconocer que cuando llegan estos acontecimientos, es la mar quien reclama
a conciencia y sin piedad lo que era suyo.
Estaba
anunciado y con alerta "roja" la llegada de este temporal.
El
domingo ha sido asombroso y espectacular para los paseantes en su recorrido,
como han encontrado el Sardinero.
La
mar invadió playas, aceras, carreteras, establecimientos e edificios, todo
comentario confirmaba que "esto no lo habían visto nunca"
Desoladora
la huella que ha dejado el paso de este temporal, negocios arruinados,
urbanizaciones inundadas, cristales convertidos en añicos, paseos marítimos
destrozados, arenales mutados a pedregales y escombreras.
Es
el domingo, una vez avisado, me acerque rápidamente a la zona del Camello, todo
bloqueado y precintado. Únicamente dejaban pasar a pie para llegar a
este lugar.
Me sorprendió
un paisaje espectacular, con gigantescas olas que rompían frente a la Isla de
Mouro y que podía superar los 9 metros.
Estaba
ante una buena ocasión, para conseguir mis mejores fotos de olas en este año.
He
tenido suerte y algunas he conseguido, pero no tan buenas, como las de los fotógrafos
Esteban Cobo y Andrés Fernández ¡fantásticas!
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