Este 3 de diciembre, junto con mi amigo Felipe, al
que le convencí para irnos al Parque de Cabarceno, para continuar haciendo
fotos del pequeño gorila.
El ser un gran acontecimiento el nacimiento de este
bebe gorila, no podíamos perdernos los mejores días en la vida del pequeño.
Aunque habíamos estado hacía unos días, no importaba.
El visitar el Parque de Cabarceno ya es un lujo, no solamente contemplar los
animales, sino ver su belleza del interior.
El Parque es un espacio de gran naturaleza, que a
través de los 20 km. de carreteras nos conduce a diferentes recintos por
maravillosos desfiladeros y sendas que permite descubrir rincones de gran
belleza.
En estas fechas, no se necesita ir a ningún bosque,
para localizar el otoño, lo tenemos también en el Parque.
Existe un arbóreo fantástico de colores amarillos y
ocres que aprovechamos también para fotografiarlos.
Tuvimos tiempo aún para visitar al lince, aún en
estado cariñoso con su hembra.
En el recorrido nos paramos a ver a los pigmeos hipopótamos,
que aunque no son muy simpáticos, nos deja ver su dentadura en ocasiones.
Como la temperatura del día no era fría, pudimos ver
a los elefantes por la pradería, que es otra de las fotografías que no podemos
perder, dado la espectacularidad de estos grandes animales.
De los tigres, nos sigue sin cuadrar, desde hace un
tiempo falta uno y no sabemos nada de él.
En cualquier día del año, aunque creemos que estamos
solos en el Parque, no es así, siempre existe otras personas visitándolo, como
en esta ocasión, un autobús de pequeños, otro de jóvenes franceses y algunas
familias más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario